Este jueves, 13 de mayo, tuvo lugar en Jerez de la Frontera un homenaje por parte de la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre (REAAE) a su fundador y patrono de honor, Álvaro Domecq Romero. Al evento acudieron múltiples personas relevantes de la sociedad y del mundo del toro, pero sobre todos ellos destacaban dos nombres: Curro Romero y Rafael de Paula.
Sevillano y jerezano dieron vida a la afición taurina del último tercio del siglo pasado, siendo dos auténticas religiones para el mundo del toro y volvieron a reencontrarse, como en cientos de ocasiones lo hicieron vestidos de luces. El encuentro lo propició otro torero importante en las últimas décadas: el aragonés Raúl Gracia «El Tato», mientras que la fotografía la ha facilitado a este medio el subalterno Javier Gómez-Pascual, en la actualidad en las filas de Cayetano.
El homenaje a Don Álvaro Domecq
Por su parte, en el homenaje, se descubrió un azulejo conmemorativo que dará su nombre al picadero del Recreo de las Cadenas, un reconocimiento que ya fue anunciado con motivo de su 80 cumpleaños y como muestra del cariño, admiración y respeto que se le profesa, pero que tuvo que ser aplazado debido a la pandemia.
Álvaro Domecq (Jerez, 1940) es el artífice de lo que hoy conocemos como la Fundación Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre. En mayo de 1973, S.M. el Rey D. Juan Carlos I, siendo Príncipe de España, le entrega el Caballo de Oro, máximo galardón que cada año se concede como reconocimiento a la dedicación y labor realizada en el mundo del caballo. Con tal motivo, Álvaro Domecq presentó por primera vez su espectáculo ‘Cómo bailan los caballos andaluces’, del que emana el proyecto de la Real Escuela.