No hay billetes, el primer triunfo estaba
conseguido hoy en Mont de Marsan. Lucía el sol, en los chiqueros una corrida de
Juan Pedro, hacían en paseíllo Juan José Padilla, Manzanares y el francés Thomas
Dufau, todo estaba preparado.
La corrida con el hierro de veragua peco de falta de fuerza y casta, con
buen fondo de nobleza pero sin fondo. Padilla
cortó una oreja al noble y venido a menos cuarto por una faena donde sobresalió
con los rehiletes, Manzanares mostró gran compromiso y disposición ante dos
animales sin clase, dejó series de su toreo de gusto y empaque en el tercero,
mientras que en el sexto tuvo que exponer de verdad para intentar triunfar, la
espada le privó de tocar pelo. Pero el gran triunfador de la tarde fue el local
Dufau, toreo con relajo y despaciosidad al enclasado tercero, muletazos de gran
sabor que perdió la oreja por el mal uso de la espada. Lo mejor vino en el
sexto, toro y torero se unieron en una faena de toreo puro y de gran torería,
toro y torero se entregaron para construir una faena que de no ser por la
espada hubiera acabado en salida en volandas. Francia puede tener a su nuevo
emperador, de momento es sólo un candidato, pero a buen seguro si repite tardes
como las de hoy habrá que ir tomándole en consideración.
El primero
de la tarde resultó un bonito ejemplar con el hierro de Juan Pedro Domecq que
no dio ninguna facilidad al jerezano, animal muy justo de fuerza y de casta.
Padilla tras un breve trasteo se fue a por la espada viendo el nulo juego del
animal. Silencio
El segundo
de la tarde fue un animal que tuvo movilidad pero al que le faltó clase y un
punto de transmisión. Faena templada y torera ante un animal al que no se le
podía apretar debido a su justeza de casta. Destacaron las series con la
diestra ya que por el lado izquierdo tendía a quedarse corto y puntear. Tras un
pinchazo y una estocada fue ovacionado.
El tercero
de Juan Pedro tuvo tanta calidad como justeza de raza, Dufau acertó en terrenos
ante un animal de una gran condición pero con el motor muy justo. Mientras que
duró la faena tomó vuelo, pero el animal se apagó como una vela hasta pararse.
Muy dispuesto templado el torero francés. Tras un pinchazo saludó desde el
tercio.
Tuvo un
gran tranco en el capote del jerezano el cuarto, cumplió en el jaco y se
arrancó con nobleza tanto a los capotes, vibrante fue el tercio de banderillas
de un Padilla entregadísimo. En la muleta el animal embistió con prontitud y
franqueza, hubo buenos muletazos, pero quizás faltó una mayor rotundidad. A
mitad de faena el animal se afligió y puso el freno de mano. Tras una estocada
le fue concedida un oreja.
Muy por
encima estuvo Manzanares del complicado quinto, un animal sin clase, áspero y
sin humillar al que el alicantino le plantó cara a base de disposición y
aptitud. Finalizó la faena entre los pitones del de Juan Pedro. De no fallar
con los aceros hubiera tocado pelo. Gran ovación. Hay que destacar nuevamente a su cuadrilla, volvió a destacar Curro Javier pareando al quinto, soberbio, acabó saludando.
Centrado,
torero y valiente estuvo Dufau en el sexto, un animal de gran clase y temple. Se fue a la puerta de chiqueros, lo lanceó con gusto de salida e incluso se atrevió con los rehiletes,
sorprendió el francés en este tercio. En la muleta el animal desarrolló todo lo
que tenia dentro, embistió franco a la muleta del torero local que acertó sin
duda a darle tiempo entre tandas, altura de la muleta y colocación en el cite.
Muletazos hasta el final, mano baja, cintura partida, por ambos pitones cuajó a
un toro importante. Tenía el doble trofeo pero la espada dejó el premio en una
oreja.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de
toros de Mont de Marsan
(Francia) 2ª de abono, no hay
billetes
Toros de Juan Pedro Domecq, nobles pero muy bajos de raza. Destacaron el
enclasado tercero y en gran sexto
Juan José
Padilla (Salmón y azabache): Silencio y oreja
José María
Manzanares (Catafalco y azabache): Ovación y
ovación
Thomas
Dufau (Sangre de toro y oro): Saludos desde el
tercio y oreja
GALERÍA: EMILIO MÉNDEZ