Hablar de Saúl Jiménez Fortes es hacerlo de uno de los toreros con más personalidad del escalafón. Espada que estuvo cuatro temporadas en boca de gran parte de los aficionados, luego fue haciendo su propio camino, siempre salvando los escollos de los graves percances, que han rodeado su carrera. Hay que recordar que tras tomar la alternativa en la plaza de toros de Bilbao en 2011, no pudo tener la continuidad necesaria debido a ese peaje.
En 2023 ha completado una breve temporada para un torero que merecía más oportunidades en los ruedos: comenzó temporada lidiando seis toros el 3 de junio en la plaza de toros de la ciudad malagueña de Antequera. Aquella tarde, Fortes le hizo frente a astados de Manuel Blázquez, El Pilar, Julio de la Puerta, Victorino Martín, José Enrique Fraile de Valdefresno y Garcigrande.
Tras esta cita, compareció en la Feria de su tierra, Málaga, para lidiar una corrida de Daniel Ruiz a la que cortó dos orejas, y cerró su campaña en una corrida el 15 de septiembre en la localidad toledana de Madridejos, paseando un premio del encierro de Alcurrucén que se lidió en ese festejo. Después de éste, tanto Fortes como su hasta entonces apoderado, el banderillero retirado José Antonio Carretero, separaron sus caminos.
“Siempre me he sentido muy responsable de haber elegido mi profesión. Por ejemplo, ahora tengo dos hijos pequeños y al mayor le gustan tanto, tanto, tanto, con una pasión y una vocación enorme, que veo un componente innato muy importante”, comentaba el malagueño en una entrevista en El Español el pasado mes de agosto.
La rueda debe empezar a girar, siendo el momento para dar el salto y no salirse de ella; si consigue subirse al carro de las ferias ya no habrá oficina bancaria que le niegue una hipoteca y si muchos que llamen a su puerta viendo que un torero de Málaga ha sido capaz de cambiar su historia.