Ha sido uno de los nombres propios de la recién finalizada Feria de San Isidro: el diestro murciano Paco Ureña ha conseguido darle la vuelta a la tortilla tras un inicio de temporada donde únicamente se vio anunciado en Valencia —a dos tardes— y en un San Isidro. Su colocación isidril iba de la mano de Diego Ventura y Ginés Marín en su primera comparecencia y de Emilio de Justo un cartel mano a mano en la corrida de La Prensa. Tanto en la capital del Turia como en Las Ventas saldó ambas tardes con el corte de una oreja.
Pero la tarde del pasado 4 de junio dio para muchos comentarios, un festejo donde se jugó la vida a carta cabal y en el que la presidencia le negó un trofeo que le hubiera sacado en volandas camino de la calle Alcalá. Por todo ello, los compañeros de Clarín de RNE quisieron hablar con él en unas declaraciones que recogemos desde este medio. Una jugosa entrevista en la que habla sobre diversos temas relacionados con ese festejo tan particular.
Paco Ureña se ha llegado a plantear dejar de «seguir toreando»
La dureza de la temporada y la escasa repercusión que ha tendido esa tarde le hicieron replantearse muchas cosas. Un Ureña que ha visto como otros compañeros como Alejandro Talavante, Pablo Aguado o Sebastián Castella cogían las sustituciones de Manzanares en plazas como Granada, Algeciras o Zamora, e incluso se ha formado una terna para el día grande en Alicante sin que su presencia se haya ni siquiera planteado. Paco Ureña reconocía que se había llegado a plantear dejar de «seguir toreando» por la decepción que entrañaba ver como su esfuerzo no era tenido en cuenta por las empresas.
Un torero que se entregó en la tarde del pasado 4 de junio, llegando incluso a sufrir un feo percance que aún le tiene muy dolorido: «Estoy bastante mejor del golpe en la cabeza. Voy encontrando la normalidad. He estado muchos días con dolores, pero ya estoy mejor«. comentaba el diestro de Lorca.
«Creo que esa tarde hice lo que tenía que hacer»
Pero lo que más le duele no son los golpes, sino el quedarse fuera de muchas ferias en las que creía que se había ganado estar: «Estos días, no me he parado mucho a pensar, porque creo que esa tarde hice lo que tenía que hacer, lo que vengo intentando hacer durante toda mi carrera, que es tener un compromiso con mi profesión y con el toro, que es lo que me hace feliz. La verdad que tampoco le estoy dando un trato excepcional, porque es lo que debo hacer y lo que siento que debe ser mi camino».
Sobre qué se le pasó por la cabeza a merced de Playero Ureña contaba lo siguiente: «Intentaba salir lo antes posible de ahí abajo, ver cómo me encontraba y poder seguir toreando. Es lo que se me pasó en esos momentos, porque lo que yo intentaba era pensar en cómo salir lo antes posible para ver cómo estaba y seguir la faena».
Una obra que cerró con un espadazo ante un toro que no lo puso fácil durante su lidia: «Pienso que a todos los toros hay que darle una muerte digna, y en este caso aún más, porque había una oportunidad de triunfo importante. Incluso yo sabía que me iba a apretar el toro. Era consciente de que el animal se iba a vencer un poco, pero me iba a ayudar más a la hora de estoquear. Afortunadamente, pude hacerlo por lo alto y tuve la suerte de que en esa cogida no me entrara el pitón».