JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO
Sabían los Lozano lo que embarcaba el lunes
en El Cortijillo. Sabían Pablo, José Luis y Eduardo –toda una vida dedicada al
toro en la taquilla, en el ruedo y en el campo- que ahí iba algo gordo. Como
siempre que van a su plaza. Y le tocó en sexto lugar a Ginés Marín. Y es que
íntegramente vivir por y para este espectáculo invirtiendo en él el beneficio
que de él se ha sacado es amor pasional y no banal. Y eso al final se recoge.
Nos lo cuenta Eduardo Lozano en las horas posteriores al gran triunfo de su
hierro (Y van… ) en la primera plaza del mundo.
Enhorabuena, don Eduardo. Fue la corrida de
la feria hasta el momento. En líneas generales, ¿cómo vio su ganadero el
encierro?
Fue la
corrida idónea para el momento que estaba pasando la plaza de Madrid. Necesitaba
una corrida que no se cayera, que se comportara bien en todos los tercios y que
tuviera qué torear, y luego saliendo un toro excepcional como fue el sexto. A
mí la corrida me gustó por esa variedad que tuvo. Además, llegó en el momento
oportuno. Estaba la plaza de Madrid muy desagradable. Había cogido unos
derroteros de reacción nula de la gente, no de los que protestan que esos han
estado siempre.
Supongo que sería la corrida que esperaban…
¿cómo desgranaría cada lote de cada uno de los toreros?
El
primero de El Juli tenía mucho que torear, exigía mucho pero Juli estuvo
sensacional con ese toro, porque le pudo a pesar de todo lo que tenía. El otro
animal de su lote, que salió en el tercio de banderillas esperando y reservón,
Juli se dio cuenta que en la muleta, haciéndole las cosas bien, iba a romper. Y
estuvo fenomenal. Lástima que no matara porque hubiese salido otra vez a
hombros. Álvaro tuvo en su segundo toro el defecto de no dejarle la muleta en
el hocico, que con estos toros de Alcurrucén es básico para que den ese pasito
más. Estuvo bien, pero le faltó ese pequeño defecto. Ginés, en el primero
estuvo decidido y el sexto fue extraordinario y estuvo a la altura en el toro
que no es poco. Tuvo un pequeño defecto: en las últimas dos tandas lo debió
sacar más afuera de las rayas, que era donde iba mejor. Pero estuvo
sensacional. Ese es un defecto que le vi en beneficio del toro, no en el suyo,
porque el animal iba igual por dentro que por fuera. El toro hizo una leve
insinuación de irse a tablas y si se lo hubiese sacado hubiese sido de vuelta
al ruedo, que se lo hubiese merecido. En conjunto, fue una corrida con mucha
responsabilidad según estaba viniendo la feria y te da una tremenda alegría que
te felicite todo el mundo a la salida.
Además una tarde importante y que vuelve a
escribir en la plaza de Madrid la gran historia que dejaron toros como Jabatillo
o Malagueño, ¿cómo describiría la actitud del toro de Ginés desde su salida
hasta su arrastre?
Yo
aposté por él desde que estaba en el campo. Esas hechuras son propias del toro
de Núñez. Los que tienen las caras para arriba y son estrechos de sienes suelen
fallar muy poco en esta ganadería. Desde salida no es fácil que se queden, eso
lo da la casta esta de Núñez, pero este cumplió en el capote. Ginés estuvo muy
decidido, vio al toro en el inicio de la faena: cuando te pones a torear al
natural desde el primer momento es que has visto que el toro tenía una nobleza
exquisita. Para mí, entendió al toro y estuvo a su altura. Algunas veces toros
así te descubren
Además, recuperamos las faenas de veinte
muletazos con las que revientas Madrid.
Ese es
un mal que padece ahora mismo el escalafón de toreros. Viejos y jóvenes. No se
pueden hacer faenas tan largas. Los toros, sobre todo en Madrid, desde el
primer pase tienen que transmitir jugándotela. Este lo bueno que tuvo es que
desde el primer pase se echó la muleta a la mano izquierda y despegó aquello.
Tienen que ser muletazos entregados y buenos. El célebre arrimón, además, en
Madrid no le da importancia, porque el toro está aplomado y no transmite ese
peligro al tendido. Ese arrimón en plazas de primera no vale. Esa es la verdad.
Pero esto es un golpe para recuperar las faenas de toda la vida, con veinte o
treinta muletazos, los adornos y a tirar al animal de la primera estocada. Ese
ha sido el toreo siempre.
Queda una tarde don Eduardo, ¿qué hay en el
campo?
Vamos a
ver si en la segunda se puede parecer a esta. Luego tenemos dieciséis corridas
de toros preparadas, como siempre, además de seis o siete novilladas y unos
cuarenta erales.
De Álvaro, la tarde de su confirmación, ¿qué
conclusiones saca?
Hubiera
sacado una conclusión mejor si le hubiera tocado el sexto. En esta profesión, a
parte de tu validez como torero, tienes que tener suerte. De que te toque un
toro bueno en Madrid a que te toque en Trujillo hay una diferencia muy grande. No tuvo suerte ayer. Le faltó, al segundo toro,
un poco de final. Estuvo bien en los principios de faena. El toro se vino un poco
abajo al final, y aquí en Madrid tiene que ser todo ligado. Pero que no pierda
la afición y que haya oportunidades.