EDITORIAL

Ego sum


lunes 14 junio, 2021

Aquí nos jugamos que el alcalde de Villanueva del Trabuco elija entre dar una novillada de tres desconocidos o hacer un concierto de un artista del momento, porque le van a valer lo mismo.

Aquí nos jugamos que el alcalde de Villanueva del Trabuco elija entre dar una novillada de tres desconocidos o hacer un concierto de un artista del momento, porque le van a valer lo mismo.

Ego Sum parecía responder, el pasado sábado antes de que brotase el toreo en medio del asfixiante calor manchego, el hombre al que parte del sector taurino había vilipendiado, había lapidado, había condenado a los infiernos y había intentado pinchar las ruedas de su medio de transporte -que es legal, por cierto- hacia la viabilidad de las novilladas en plazas menores. Y lo habían hecho a conciencia de que estaban tachando en la opinión pública a la tauromaquia, con esa actitud tercermundista, a un calificativo que no merece.

Y, sin embargo, ni sus oídos seguían pitando ni su boca decía una sola palabra: Ego Sum. Yo soy. Aquí me tenéis… y decidís aplaudirme. Porque la ovación que Jesús Hijosa recogió tras el paseíllo el pasado sábado en La Sagra fue de órdago. Para calmar la mala fe con la que varios sindicatos taurinos habían intentado cortar de raíz el valiente acuerdo extraestatutario de más del 75% de los pueblos que dan novilladas en nuestro país y lo que es peor, sabotear un Certamen en el que está anunciado el futuro de este rito.

Porque aquí no nos jugamos un sueldo más o un sueldo menos: nos jugamos la viabilidad de los festejos menores en los pueblos; nos jugamos que el alcalde de Villanueva del Trabuco elija entre dar una novillada de tres desconocidos o hacer un concierto de un artista del momento, porque le van a valer lo mismo, a ver qué decide con los ojos cerrados…; nos jugamos que se siga callando ENTRE TODOS la realidad de muchas otras novilladas con caballos que sí se celebran y en las que nadie pone el ojo mientras sabemos, conocemos y no denunciamos -que es lo más grave, cínico y fariseo- la BBC que supone el sueldo de esos festejos: Boletín -la madre del cordero para cobrar el paro en invierno-, Bocata y Cincuenta euros para que al menos no le cueste el viaje.

Se echó en falta a la Fundación, que no condenó el vil saboteo de hace cinco días. Ni un mal tuit lamentando la acción (que sí, que no está para meterse en asuntos internos del sector aunque organice incluso festejos…). Pero no es de extrañar cuando no ha tenido ni una mala ni buena palabra en público sobre este certamen desde que empezaron con sus batidas regionales en forma de Circuitos. Unos Circuitos que están destinados a ser pan para hoy y hambre para mañana por su concepción, por su base: porque se dan en lugares sin tradición de ferias novilleriles. Que no criticamos eso, sólo lo exponemos; pero sí denunciamos que se ha querido dejar morir a los certámenes íntegros pero incómodos para sus intereses. Porque aquí no todos tragan…

FOTO: CARLOS PINTO