JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO
En el repaso que llevamos a cabo por los toreros que tomaron la alternativa la pasada temporada, llega el momento de Aitor Darío “El Gallo”, que se doctoró con una corrida preciosa en hechuras pero vacía por dentro en Cuenca.
Enhorabuena por dar la cara en un compromiso personal como el de tu tierra y finalmente fue con un encierro de Cebada Gago precioso de hechuras pero sin nada dentro, ¿qué balance del año haces?
La corrida no fue la soñada, el ganado no permitió mi lucimiento. Siempre vas a una corrida de Cebada Gago y crees que puede salir un toro que emocione y que le pudieses pegar veinte muletazos como sientes, pero no pudo ser. Salió una corrida sin contenido ni fondo, desclasada y cuando las cosas no salen como uno quieren, se te queda un sabor agridulce en un día tan importante como tu alternativa.
Todos sabemos lo importante que es la casa de uno para tomar la alternativa, pero quedan muchos años para estar en Cuenca. ¿Qué planteamientos de temporada tienes y no sé si llegará la confirmación en Madrid?
Todo influirá en encontrar apoderado, y también influirá este invierno si salen algunos proyectos que hay a la vista. Si todo eso sale como uno espera, por qué no ir a Madrid el año que viene, lo más rodado posible, con unos números de corridas anteriores. Sería un sueño.
¿Merece la pena que hoy día un joven apueste por ser matador de toros?
En lo personal, para mí es lo más bonito que he podido experimentar en mi carrera. Es lo que he soñado desde que iba al colegio, hacerlo posible ha sido un sueño. Profesionalmente estoy muy orgulloso de haber dado ese paso, de sentirte matador de toros que es algo por lo que se lleva luchando mucho tiempo. Claro que merece la pena, es algo precioso.
El cierre de puertas del empresariado es un hándicap en vuestra contra.
Todos sabemos que la profesión está en un momento complicado. Hay una reducción de festejos considerable, los festejos fuera del circuito de ferias está difícil en cuanto a acceso y la demanda y la oferta está mal. Entonces, para defender una corrida de toros bien es prácticamente un éxito. En estos momentos, es complicado. El trato que tienen algunos toreros es lamentable por parte de algunos empresarios y eso sí que es una verdadera pena, porque a uno se le quita hasta la ilusión. Es un buen momento para cumplir tu sueño, pero a nivel profesional de contar festejos es un mal momento.
Hace unos días, Ramón Valencia, empresario de Sevilla, decía que por qué no si las figuras lo piden los jóvenes pudiesen abrir plaza, ¿qué te parece?
Si el ir por delante de las figuras supone dar paso a los jóvenes matadores y la cantera es más nueva, habrá que tomar medidas y concienciarnos de que para que el futuro se amplíe hay que apoyar a lo que viene por detrás. Si hay que abrir plaza para ello, bienvenido sea.