Todo en la vida tiene un proceso, un camino que recorrer. En el mundo de la ganadería de bravo eso cobra si cabe mayor importancia. Cuando allá por los Sanfermines 2005 José Moya, con la ayuda de Ricardo Gallado, Borja Domecq y Rafael Molina, decidía emprender esta aventura del bravo había una idea que le rondaba por la cabeza, sin duda esa era poder lidiar con El Parralejo en Sevilla. Esa sueño poco a poco fue tornándose en realidad cuando los buenos resultados en los festejos con y sin picadores le abrían la puerta del ansiado debut en su plaza. De la mano de Rafael Molina fueron puliendo el diamante que tenían entre manos. Una simiente de origen Domecq por la vía Jandilla-Fuente Ymbro.
Así ascendió la ganadería de El Parralejo
Su proyecto ganadero comenzaba tomar forma allá por 2006 en una coqueta finca que adquirió el empresario en el término municipal de Zufre. Un lugar con un gran significado taurino, no era una finca cualquiera sino una dehesa donde pastaron los animales de la ganadería de Rincón, la cual da origen el mítico hierro de Núñez. Allí se fue moldeando un tipo de toro a imagen y semejanza de su criador. Una ganadería en un principio corta de madres pero muy abierta de sementales, lo que sin duda hacía que José Moya tuviera en su casa las mejores líneas y reatas.
Con la ganadería subiendo peldaños a saltos agigantados surgió la oportunidad de dar el paso definitivo, ello fue la adquisición en 2017 de la finca Monte San Miguel en Aracena, sin duda la joya de la corona. De las 120 vacas iniciales se pasaron a las más de 200 que tienen en la actualidad. Con esta operación, la ganadería se aseguró tener más espacio en la finca, donde hasta hace unos años la familia González Sánchez Dalp había tenido pastando sus reses de origen Núñez, con el antiguo hierro de Juan Belmonte, que daba nombre a la divisa de Manolo González.
Un sueño cumplido que, por desgracia, no verá José Moya
Pero por desgracia el sueño definitivo no podrá verlo José Moya, su fallecimiento en enero de este año le privó de ese anhelado sueño que tenía desde que se hizo ganadero, ver a sus toros saltar al ruedo de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Un cáncer lo truncó todo. La vida demasiadas veces en muy injusta, a buen seguro sus pupilos, esos que vio errar, le darán el homenaje que se merece.
Pero según pudo saber este medio de fuentes directas a la ganadería, este 2022 no traerá consigo solo el debut en la Maestranza con corrida de toros sino que los veedores de Las Ventas ya vieron y reseñaron 10 toros para ser lidiados en la primera plaza del mundo con toda probabilidad, otra noticia que no hace sino premiar el gran trabajo que se viene haciendo en esa casa desde hace más de 15 años.