En un ciclo donde sólo existen 27 puestos a pie y 3 de rejones deben existir, evidentemente, ausencias que pueden tildarse de notables para una plaza como Sevilla. El Baratillo es el coso donde uno sueña cuando se ve cuajando al toro de su vida y es donde todo el escalafón quiere estar. Pero no todos caben. Y no todos acumulan los méritos suficientes para doblar o incluso triplicar actuación el mismo año en la Real Maestranza de Caballería.
Las ausencias más notables están encabezadas por Enrique Ponce, que ha declinado la oferta de la empresa Pagés y no ha habido contraoferta -ni demasiado margen para la maniobra en un ciclo tan estrecho-. Al valenciano se le dio la posibilidad de abrir el cartel de Jandilla y formar parte de uno de los carteles de San Miguel, pero la oferta no cumplía las expectativas del de Chiva y decidió quedarse fuera. Con ello, la empresa contaba con una baja de renombre, pero también con un puesto más para los que lucen la escarapela de figura.
Entre ellos también está Diego Ventura, que sigue manteniendo su promesa de no torear en Sevilla mientras la ganadería elegida sea la de Fermín Bohórquez, pulso que parece más político -es decir, para que la empresa sea quien recapacite y vuelva a valorar su presencia- que puramente artístico. El caso es que lo ideal para el toreo es que en los carteles estuviesen quienes más méritos acumulan para anunciarse, y Ventura, qué duda cabe, es uno de ellos.
Entre ellos está también Alejandro Talavante, cuya reaparición se espera este año, después de su anuncio del pasado año, suspendido, como las ferias, a causa de la pandemia. Sin embargo, habrá que esperar un poco más para disfrutar del toreo de uno de sus más puros intérpretes; Alejandro y su apoderado, el maestro José Miguel Arroyo ‘Joselito’, han decidido que el extremeño no reaparecerá mientras no pueda garantizarse, al menos, el 80 por ciento del aforo en las plazas donde se anuncie.
También llama la atención la ausencia en El Baratillo de Cayetano, pero en esta ocasión los motivos son completamente ajenos a su voluntad. El torero dinástico se sometió a una operación en el dedo pulgar de su mano derecha y no estará recuperado a tiempo para anunciar su nombre en los carteles con verdaderas garantías de recuperación.
Entre los que no han podido entrar por diversos motivos sobresale Juan Leal, quien estuvo hasta el último momento entre los nombres que barajaba la empresa, pero al francés sólo le ofrecieron la de Victorino, y a una tarde no entendió que fuese su mejor opción para mostrar su evolución en La Maestranza. Por eso decidió su equipo esperar a mejor ocasión para pisar el albero de Sevilla.
Llaman la atención las ausencias de los jóvenes, por ser quienes deben echarse sobre los hombros el futuro de las ferias, en un momento como el actual. Sin embargo, y pese a tener méritos más que suficientes para haber entrado en una Feria de Abril en condiciones normales, los Lorenzo, Román -hasta hace unas horas puesto en la de Victorino-, Marín, Garrido, Galdós o López Simón, entre otros, tendrán que esperar un año más para verse en los carteles de Sevilla.