Luis Candelas, presidente el 2 de septiembre del año 2017 del festejo goyesco de Ronda, ha salido al paso de las declaraciones de Joaquín Moeckel este miércoles en CULTORO.
Aquel 2 de septiembre, Rivera vio cómo se solicitaban los máximos trofeos en el ruedo rondeño, pero el palco no los concedió. Con los dos trofeos en mano, Cayetano, antes de dar la vuelta al ruedo, se situó a la altura del presidente y le reprochó que no hubiera atendido a la petición popular: «¡Este es el segundo rabo que me quitas y ya no me quitas más!», le dijo Cayetano. El presidente lo apuntó en el acta y la Junta de Andalucía lo multó con 500 euros por la presunta comisión de una infracción grave consistente en la desobediencia o resistencia a las órdenes de la Presidencia. Cayetano recurrió, se le denegó y posteriormente presentó una demanda que ahora ha ganado ante el Juzgado de lo Contencioso de Málaga con el abogado Joaquín Moeckel, por la no concesión del rabo.
«Ni soy reina ni he sancionado a nadie, lo ha hecho la Junta», declara a este medio Luis Candelas, presidente del festejo aquel día. «Todo el mundo conoce que corresponde al presidente y no al público conceder o no el rabo. Yo estaría o no acertado aquel día, pero eso no tiene nada que ver con que el señor Rivera me diga lo que me dijo», argumenta Candelas.
«No he visto la sentencia, porque no formo parte del procedimiento, pero por lo que dice Hola, ésta considera que esa frase no es una resistencia ni una desobediencia, y en eso lleva razón. Es más: Cayetano nunca ha incumplido el reglamento ni mis órdenes. Si después hace uso de esa libertad de expresión que él defiende, se puede discutir si lo ha dicho con más o menos educación, pero de ahí a que sea una desobediencia, va un trecho», defiende el presidente rondeño.
«Yo no impongo sanciones a nadie, sino que sanciona la Junta. Yo sólo hice constar en el acta lo que ocurrió. Es la Delegación del Gobierno de hace tres años la que, al ver el acta, decidió ir adelante con la sanción», detalla Candelas.
«La frase de D. Cayetano podría ser intimidatoria o incluso podría ser una falta de respeto; pero no constituye ninguna desobediencia ni resistencia y por ello la Sentencia, que repito, no la conozco, puede ser justa y correcta. En definitiva, habría sido un error de calificación jurídica de los hechos por parte de la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía en Málaga (la que gobernaba hace tres años y no la de este momento)», añade el presidente.