El pasado domingo 23 de junio se dio la novillada con la que cerraba la Feria del Corpus de Granada Y fue la presentación como novillero con picadores en España de Miguel Aguilar, presentando sus armas y argumentos. Tuvo personalidad y un sello mexicano, ese que ha caracterizado a los toreros aztecas durante la historia, la raza del macho y al mismo tiempo la creatividad en la forma especial de expresar el toreo, con la creación de muchos quites de los cuales hoy en día con la monotonía taurina ya es raro de ver y mucho menos de seguir creando quites como lo hicieran los grandes maestros como Rodolfo Gaona, Alfonso Ramírez “El Calecero”, Pepe Ortíz, Fernando de los Reyes “El Callado”, Rodolfo Rodríguez “El Pana”, Miguel Ángel Martínez “El Zapopan”, de los últimos Humberto Flores, Uriel Moreno “El Zapata” y muchos más que le han dado a la tauromaquia mexicana ese sello especial.
Fue con el sexto de la tarde, un novillo del Torreón, propiedad del maestro colombiano Cesar Rincón, con el que Miguel Aguilar se puso en los medios y realizó un quite de su inspiración el cual inicialmente, el novillero hidrocálido lo denominó doble farol, no porque la suerte integrada dos faroles consecutivos, sino porque, de alguna manera, son dos veces las que se marca la trayectoria del animal y dos veces las que se invierte el capote.
La primera se utiliza para para abrir al toro mostrando el envés del capote con un lance cambiado e invertido y la segunda se manifiesta con un movimiento en el que se cruzan los brazos con una especia de tijerilla.
En este cruzar de brazos, el brazo que abre el capote vehicula por arriba, y hacia adentro después de abrir el viaje, iniciando el pase afarolado que concluirá por encima de la cabeza, a la vez que el otro brazo, partiendo la mano de la cadera, se estira horizontalmente, paralelo al suelo y perpendicular al cuerpo del diestro, propiciando una nueva inversión del capote para mostrarlo de nuevo en su posición frontal, momento en el que el torero inicia un giro en contra, elevando los brazos por encima de los hombros, para concluir posicionándose otra vez de frente y con el capote por delante, al modo de la verónica, para iniciar un nuevo lance.
En otras palabras, sujetando el capote al modo de la verónica, se cita al animal de manera que, al llegar a jurisdicción, se abra el capote por el envés, invirtiéndolo, para, a continuación, realizar una espacie de tijerilla por debajo quedando los brazos cruzados, para después pasar el capote por encima de la cabeza y dar un giro en contra de la embestida del animal propiciando que el toro pase por la espalda y permitiendo al diestro quedar preparado y colocado para realizar el siguiente lance, una vez descruzados los brazos.
Debido al impacto que tuvo este momento taurino, las sensaciones que causo y del vinculo entre México y Granada, recordando al maestro mexicano el compositor Agustín Lara quien supo definir todo lo que es este maravilloso lugar y todo lo que lo hace diferente al resto de lugares del mundo, con la creación del himno capaz de resumir toda la música que encierra, escrita en 1932 sin haber estado en Granada hasta 32 años después.
Y justo el 23 de junio de 2019 un chaval con deseos de ser torero debuta con picadores en España en este importante coso y con un sentimiento personal y especial se ha expresado valientemente dándole una flor de México para Granada con este quite capotero el cual hemos bautizado como “El quite de Granada”.