EL DETALLE

El quite de la media luna


lunes 19 marzo, 2018

Ocurrió en el segundo toro, cuando Ginés Marín entró al quite de réplica al que acababa de hacer Jesús Enrique Colombo.

Ocurrió en el segundo toro, cuando Ginés Marín entró al quite de réplica al que acababa de hacer Jesús Enrique Colombo.

FRANCISCO MARCH

Ocurrió en el segundo toro, cuando Ginés Marín entró al quite de réplica al que acababa de hacer Jesús Enrique Colombo.

Citó Ginés desde los medios, capote a la espalda y, doblado por el envés, la mitad de él  recogido sobre su vientre y ya  con el toro en jurisdicción ,  desplegarlo para que pasara, siempre por el pitón derecho. Lo hizo así, con ajuste y riesgo, en cuatro ocasiones,  hasta que a la quinta el toro se le venció levantándole los pies del suelo, cayendo de mala manera y esquivando un par de derrotes.

Ginés Marín, tan joven, había mirado hacia atrás y (quizá sin saber el nombre de quien  la inventó ni del propio lance)  resucitado una suerte en desuso (algunos la remontan a la Tauromaquia fundacional de Pepe Hillo)  que en alguna ocasión interpretaron toreos recientes como Víctor Puerto y Salvador Vega y, antes, una tarde en que se encerró con seis toros en Sevilla, Rafael Torres. Era la “Aragonesa” o (más poético) “Quite de la media luna”.

Rafael Torres, nacido en la Puerta Osario,  de oro  o de plata ( con Paquirri, Curro, Esplá…), sigue paseando su torería por las calles de Sevilla y  de aquel “Quite de  la media luna “  en la Maestranza aún se acuerdan quienes lo vieron.

Hoy, en Valencia, lo revivió Ginés Marín.