El Rey Felipe VI presidirá la Corrida de la Prensa el próximo 4 de junio, a las 19:00 horas, en la Plaza de Toros de las Ventas de Madrid, según confirmó la Casa del Rey a la Asociación de la Prensa de Madrid (APM). Se lidiarán toros de la histórica ganadería de Victorino Martín en un mano a mano entre los toreros Emilio de Justo y Paco Ureña.
Esta será la segunda vez que Don Felipe presidirá el tradicional festejo de los periodistas desde que fue coronado. La anterior fue en 2018, desde una barrera del Tendido 9. Diez años antes, los entonces Príncipes de Asturias, Don Felipe y Doña Letizia, ya presidieron la Corrida de la Prensa, siendo la primera vez que acudían a un festejo como matrimonio.
En esta edición de la Corrida, que cerrará el ciclo isidril por cuarta vez en su historia, Felipe VI estará acompañado por Juan Caño, presidente de la APM, y Paco Ojeda, que ejercerá de asesor taurino.
Un reconocimiento a la carrera de Paco Ojeda
Paco Ojeda compartirá sus conocimientos y vivencias con el Rey y el resto de las autoridades de la Corrida de la Asociación de la Prensa. Para el diestro gaditano, “el evento es como si fuera a torear por primera vez en Madrid. Es una forma de reconocer mi carrera, en un año muy especial. Me hace muchísima ilusión, y me emociona todo lo que reúne esta edición”.
En la Corrida de la Prensa de 2023, además de contar con la presidencia de Don Felipe, la APM celebrará el centenario de la entrega de la Oreja de Oro, que reconoce al mejor torero de la tarde. El trofeo, al cual Ojeda concede “mucha importancia”, será otorgado por votación popular, recuperando el sistema de concesión de hace un siglo.
“No hay cosa más bonita que mantener las tradiciones”, aseguró el torero, quien afirmó que, “indiscutiblemente, la labor de la Asociación de la Prensa es un puntal de los más importantes para el mundo del toro. No se les puede pedir más, con todo el cariño y el corazón que le ponen”. Alabó también el papel “fundamental” de los “buenos cronistas taurinos, si no hay intereses en lo que se publica”. Poco pródigo en conceder entrevistas durante su trayectoria, optó por centrarse “solo en complacer al aficionado”.
Cuando se cumplen 40 años de su eclosión como torero, Ojeda lo rememora “con cariño, pero no se puede vivir de recuerdos. Hubo que ir construyendo una carrera” que terminó por situarle entre los más grandes del escalafón taurino.