Un Borja Jiménez plenamente entregado salió a por todas en el quinto esta tarde en Algeciras, un animal que se dejó mucho por ambos pitones y con el que el sevillano firmó una obra de máxima sinceridad y pureza al trazar y componer. Llegó mucho al tendido la faena, y una estocada que no entró entera, pero casi, fue la excusa del palco para no conceder una segunda oreja pedida mayoritariamente por el tendido. Un clamor fue la petición del premio. Hubo naturales de mucha calidad, toreo roto y mucha sinceridad a la hora de proponer el toreo puro. Pero, lastimosamente, el palco quiso ser el protagonista.
