EMILIO TRIGO
La corrida ha sido muy mala y con mucho peligro. Encierro que ha empezado a cortar los viajes enseguida y que algunos han sacado embestidas demasiado extrañas. Toros que ‘pelearon’ con mala condición en el caballo. Cierto es que se han podido dar unos muletazos buenos en contadas ocasiones. Curro Díaz le extrajo algo al cuarto con la diestra, Morenito de Aranda a su lote con el capote, y David Mora en la faena al tercero. Todo lo demás fue un verdadero naufragio de bravura y un desierto de clase. Toros que han sacado violencia, y han desarrollado peligro sordo y visible, y que llevaban la cara a la altura de la garganta. Entre todo esto hay que tener en cuenta que la falta de poder también han hecho que se revuelvan queriendo rebañar los machos de los espadas del cartel.
Muy difícil la papeleta para los tres alternantes de la decimoquinta. No capitulaba el valor demostrado, ni siquiera el oficio o la madurez para estar delante de semejantes astados. Tampoco valía la capacidad más que contrastada de una terna que está curtida en variedad de encastes. Tal y como avanzaba la tarde, había que contar también con el factor suerte. Ese deseo intangible que el alzar pone en el camino de los mortales y que a veces juega a favor y en contra. Y menos mal que hoy, la suerte estuvo de cara, y es que Curro Díaz, Morenito de Aranda y David Mora salieron intactos. Ese fue el gran triunfo de una corrida sin triunfos…salir a pie.