Son momentos complicados en toda España debido a que las altas temperaturas están provocando la multiplicación de los incendios. En este 2022 ya han sido calcinadas 115.000 hectáreas en el segundo peor verano en 10 años. Los fuegos de estas últimas horas han afectado a localidades de regiones como las provincias de Salamanca, Cáceres, Segovia y de numerosos puntos de Andalucía, Cataluña o de Galicia: de hecho, en lo que llevamos de año son 288 incendios forestales los que ha sufrido España.
Los cambios de viento, además, han complicado la situación del fuego, algo que hace los incendios más peligrosos e imprevisibles. Y contra ellos lucha precisamente un joven que también pelea por ser alguien en el toro: hoy narramos la historia de Emilio Bresó, un novillero con caballos natural de Almadenejos (Ciudad Real) que está batallando contra los incendios que azotan esta provincia de Castilla-La Mancha, un toro el del fuego que no es un problema menor.
Son momentos de gran dureza n los que el cara a cara con el fuego es constante. Emilio ha decidido tomar este camino junto al toro y al fuego. Pese a estar en primera línea contra este problema no se olvida del toro, ese que le hace sentirse pleno y con el que sueña cada noche.
Emilio Bresó decidió sacarse la oposición de bombero forestal ante lo complicado en el mundo del toro, pero no pierde su sueño
Emilio Bresó es un novillero con caballos natural de Almadenejos (Ciudad Real), un joven que debutó con caballos en la localidad ciudadrealeña de Almadén en 2015. Novillero que se ha fraguado su carrera en plazas como Almodóvar del Campo o La Algaba. El joven, pese a no tener un bagaje extenso en festejos, ha compartido cartel con toreros que actualmente están en todas las ferias y que están en boca de todo buen aficionado, como el caso del sevillano Pablo Aguado y del toledano Ángel Téllez, sin duda dos espejos donde mirarse de cara al futuro.
A nadie se le escapa que funcionar en el mundo del toro es algo muy complicado, por eso el novillero manchego tomó un nuevo rumbo: «El tema del toro estaba muy complicado, me presenté a unas oposiciones de bombero forestal y me las saqué», explica a la redacción de Cultoro. «Ahora miso estoy en la base de Saceruela, en Ciudad Real, y también en Almadén», añade. Ha luchado en los últimos días contra algunos incendios de esta provincia, ahora que el calor azota.
Su meta como novillero, ir a Las Ventas
Su carrera como novillero no ha sido muy extensa, las dificultades le hicieron echarse a un lado, pero Emilio no se olvida del toro, es su vida. Desde su debut con caballos en 2015 lleva cuatro novilladas con caballos, pero no pierde el sueño de poder completar las restantes para tomar la alternativa: «Lo veo complicado, pero yo sigo entrenando y hago tentaderos. Mientras pueda y tenga afición, lo voy a seguir intentando», señala a esta redacción.
Como objetivo fundamental, el de acudir a la plaza de toros de Las Ventas: «Es lo que sueña todo novillero, es la plaza que te puede cambiar el rumbo, la que puede cambiar tu camino. Sé que aún soy joven y puedo cambiar la moneda. Aún sigo luchando por mi profesión, entrenando cuando puedo y yendo al campo. Ojalá pueda ser algún día», concluye el novillero mientras se prepara para luchar conta el toro del fuego en breve.