SALAMANCA

Los jóvenes taurinos de Salamanca tributan un emotivo homenaje a Emilio de Justo


viernes 28 febrero, 2025

Bajo el título de 'Figura en plenitud', Juventud Taurina de Salamanca rindió honores al torero Emilio de Justo

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El acto con Emilio de Justo en Salamanca este jueves.

Bajo el título de ‘Figura en plenitud’, Juventud Taurina de Salamanca rindió honores al torero Emilio de Justo en un acto que generó un excepcional ambiente en el Teatro Liceo. El torero, impecablemente vestido, rebosó torería y verdad en su sincero discurso durante la charla que mantuvo con Juan Bazaga, reconocido periodista extremeño.

En sus primeras intervenciones ya se mostró a corazón abierto Emilio de Justo, captando la atención de los asistentes desde un primer momento: «Salamanca tiene magia y mucho misterio con tantos profesionales y tantos aficionados que hacen que uno se motive cada vez que torea aquí. Me acuerdo que venía a la tapia a algunas ganaderías y me impresionaba ver cómo se respiraba el toreo aquí en esta tierra».

Además, el torero se mostró emocionado de recibir este homenaje en una tierra de tanta tradición e historia taurina como esta: «Salamanca es una tierra tan torera y tan taurina que siempre es un placer venir».

Emilio de Justo explicó su dedicación de la siguiente forma: «El toro es mi pasión y mi vocación. Esta es una profesión que te obliga a estar entregado las 24 horas del día. Tienes que hacerlo todo sin esperar nada a cambio».

El torero de Torrejoncillo se emocionó al recordar que se le cayeron lágrimas saliendo del Metro de Madrid cuando vio Las Ventas por primera vez siendo apenas un adolescente una tarde de verano de 1997 para ver una corrida de toros con el hierro de Julio de la Puerta con Frascuelo, El Molinero y Rafael de la Viña en el cartel.

De Justo reflexionó también sobre sus inicios: «Todos hemos aprendido viendo videos e intentando imitar lo que hacían las grandes figuras del toreo como Julio Robles, Joselito o Manzanares padre… Después uno va desarrollando su concepto en base a todo eso que ha ido observando». Preguntando sobre su clásico concepto del toreo, respondió: «En el toreo lo más bonito es expresar lo que uno siente en el momento, sin tener en cuenta ningún tipo de prejuicio».

En la charla se recordó el amargo pasaje de escuchar los tres avisos una tarde en Madrid, lo que le condujo al más absoluto ostracismo. A los pocos días, recordó que Guerrita, un amigo suyo, le invitó a torear a Colombia tres corridas de toros. Emilio de Justo desveló que se pagó el billete de avión con el poco dinero que le había quedado después de esa fatídica tarde en Las Ventas. «Esas tardes en Colombia, en las que llegué a indultar un toro, me devolvieron la moral como torero para no retirarme y seguir intentándolo», afirmó el torero.

«Después de eso seguí entrenando buscando que algún día pudiese interesar a las empresas en España y Francia», explicó De Justo, quien reveló su secreto para no aburrirse: «El toreo de salón fue mi bálsamo».

Tras torear varias corridas en localidades como Baños de Montemayor, Malpartida de Cáceres o Navalmoral, en el año 2016 el torero cacereño lidió seis toros de seis ganaderías diferentes en Hervás: «Esa tarde fue un trampolín importante y me abrió las puertas de Francia para torear en Orthez con una corrida de Hoyo de la Gitana».

Ocho años después volvió a Madrid, una tarde en San Isidro con una corrida de Victorino Martín y otra en la Feria de Otoño con una corrida de Puerto de San Lorenzo tan solo una semana después de morir su padre y, además, haber sido herido por un toro en Mont de Marsan: «Venía de una temporada muy buena ese año de 2018 y me encontraba muy bien. Veía que podía hacer el esfuerzo y que ese era el mejor homenaje posible a mi padre, que siempre me apoyó. Era la tarde marcada por el destino para que pudiese salir a hombros en Madrid y así fue».

Emilio de Justo recordó cómo vivió esa primera salida por la Puerta Grande de Las Ventas: «Pasa todo muy deprisa y se pasan muchas cosas por la cabeza, pero traté de disfrutarlo al máximo por si no volvía a conseguirlo». Luego llegarían tres salidas en hombros más en Madrid en una carrera siempre en progresión.

El espada recordó también el terrible percance que sufrió en Las Ventas un Domingo de Resurrección en el que se anunció en solitario con seis toros: «Sentí que me había partido el cuello y me preocupé por cómo quedaría y si podría volver a torear». Además, De Justo valoró su injusta ausencia de la próxima Feria de Abril de Sevilla: «Son cosas que pasan en el toreo. El ofrecimiento que nos hizo la empresa no era lo que yo creía que merecía y decidimos que no había que estar porque no que me había ganado con justicia en la plaza. En una decisión dura y triste pero hay momentos en la vida en los que hay que tomar este tipo de decisiones para hacerse respetar. La plaza sigue ahí y si Dios quiere volveré en el futuro».

Antes de finalizar el homenaje, en el que se repasaron sus grandes tardes en las últimas temporadas, Emilio de Justo dejó una última reflexión: «Los toros son como la música, son cosas del directo y las emociones que se viven en el directo son indescriptibles».

Al acto acudieron representantes institucionales como el alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo y la Concejala de Festejos y Tradiciones, Carmen Seguín; profesionales del mundo del toro como Justo Hernández, José Ignacio Cascón, Manuel Diosleguarde, Jarocho, Álvaro de la Calle, Alipio Pérez Tabernero, y varios centenares de aficionados que no quisieron perderse una cita de categoría en la que Juventud Taurina de Salamanca volvió a portar la bandera del futuro y la ilusión por la tauromaquia.

TONI SÁNCHEZ / SALAMANCA AL DIA