ABARÁN

Emilio de Justo lleva al delirio a la afición, que sale en hombros con El Fandi y El Payo


viernes 27 septiembre, 2024

La localidad murciana echó el cierre a la temporada con un festejo triunfal con astados de Domingo Hernández y Sancho Dávila

Emilio De Justo

La plaza de toros de Abarán celebraba este viernes, 27 de septiembre, su tradicional corrida de toros con motivo de la festividad de sus santos patrones, San Cosme y San Damián, en la que tomaron parte los espadas David Fandila “El Fandi”, Emilio de Justo y Octavio García “El Payo” frente a reses de las ganaderías de Domingo Hernández y Sancho Dávila, que sustituían a las anunciadas de la ganadería onubense de Villamarta dañadas en el embarque en la finca de la vacada.

El ”Coso de La Era” registró en torno a dos tercios de entrada, en una tarde de agradable temperatura e ideal para el divertimento del público.

El Fandi corta una oreja del noble primero

Abrió el festejo «El Fandi» saludando a «Campero», de Domingo Hernández, que salió con ímpetu de chiqueros para que el granadino le recetara una larga cambiada de rodillas y varias verónicas estimables. Galleó por «chicuelinas» para llevar al toro al caballo el torero, que ordenó que a la res le midieran mucho con la puya. El varilarguero cumplió las órdenes de su jefe de filas, que quitó por zapopinas para, seguidamente, armar la tremolina en banderillas, clavando 4 pares entre el clamor del respetable. Comenzó la faena el de Granada rodilla en tierra, encelando la embestida del toro hasta llevarlo a los medios. Trató con inteligencia el torero la embestida mansa del animal, realizando una faena estimable por ambos pitones a su manera inconfundible. Entró a matar por primera vez recetando una estocada trasera, para tener que entrar de nuevo en una segunda ocasión. Esta vez dejó otro espadazo trasero que acabó con el toro. Paseó una oreja, concedida por una presidencia muy generosa tras petición francamente minoritaria.

Un soberbio De Justo se lleva los máximos trofeos de un segundo de vuelta al ruedo

Emilio de Justo recibió al segundo de la tarde a la verónica sin demasiado lucimiento por la condición desentendida del animal. Recibió un puyazo el toro y el extremeño cuajó un quite de mucho gusto, recetando una revolera de cartel de toros. En los primeros compases de faena, se quedó quieto Emilio que templó la embestida incierta del de Domingo Hernández hasta sacar tandas de mucho gusto que pusieron de acuerdo al público y a los aficionados más exigentes. Al natural brotaron tandas de mucho relajo, cuajando una obra magnifica, rematada con pases de pecho largos y remates por bajo de exquisita composición. Faenón de Emilio de Justo en Abarán. Recetó un espadazo en todo lo alto que hizo caer al toro sin puntilla. Paseó las dos orejas y el rabo. El toro, de nombre «Fogoso», nº 31, de Domingo Hernández, fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. El torero invitó a dar la triunfal vuelta al ruedo al mayoral de la ganadería.

El Payo aprovecha la nobleza del tercero para cortarle una oreja

No hubo mucho lucimiento en el saludo de «El Payo» al tercero de la tarde, también de Domingo Hernández. Comenzó la faena el mexicano con el compás abierto intentando abrirle los caminos a un animal que se lo pensaba. No terminó de confiarse Octavio que, pese a los intentos, no conectó mucho con la grada. Mezcló muletazos voluntariosos con otros donde se le vio toreando al hilo del pitón y tomando demasiadas precauciones. No se dio coba el torero que se fue rápidamente a por la espada. Pinchó antes de dejar una estocada contraria. Recibió una oreja con otra petición minoritaria. El palco presidencial estaba de rebajas.

Un espectacular Fandi desoreja al buen cuarto

Tras la merienda protocolaria, se inició la segunda parte del festejo con cambio de ganadería, ya que llegaba el turno para las reses de Sancho Dávila. Volvió «El Fandi» a recibir en el tercio de rodillas a su segundo oponente, un animal limitado de fuerza con el que volvió a formar un lío en banderillas. La gente que fue a verlo quedó satisfecha porque el torero ofreció todo su potencial en la plaza. Con la muleta, eso sí, tuvo que andar de enfermero para mantener en pie al toro. Muy parado el animal, tiró de efectismos el de Granada, inventándose un trasteo y metiéndose al público en el bolsillo. Paseó dos orejas.

Emilio de Justo culmina su gran tarde con una oreja del quinto

No hubo demasiado lucimiento en los primeros tercios de la lidia del 5º. Lo mejor llegó con la muleta, donde el torero lo puso todo para sacarle partido a un animal sin demasiada transmisión y peligro sordo. Le puso de Justo valor y entrega llegando a un agradecido público que tras estocada le premió con un apéndice.

Un dadivoso palco concede a El Payo las dos orejas del sexto

En el sexto «El Payo» se fue confiando poco a poco con el capote hasta dejar varios pasajes estimables. Tras un tercio de varas de trámite y otro de banderillas por el estilo, el mexicano inició la faena a pies juntos sacando pronto al animal de los terrenos de tablas. El toro, sin movilidad, no era propicio para el triunfo, pero tiró Octavio de temple, sacando muletazos de gustaron a un festivo público que quería sacar a los 3 toreros a hombros. Estuvo solvente el torero que recetó una estocada tendida. Tardó el bicho en caer, pero el respetable consiguió su propósito pidiéndole dos orejas que, tras la tarde dadivosa de la presidencia, llegaron a sus manos.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Abarán (Murcia). Viernes 27 de Septiembre. Corrida de Toros. Dos tercios del aforo.

Toros de Domingo Hernández (1º, 2º y 3º) y Sancho Dávila (4º, 5º y 6º). Anovillados, sospechosos de pitones. 1º, noble. 2º, de gran calidad, de nombre «Fogoso», nº 31, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. 3º, noble. 4º, flojo. 5º, deslucido. 6º, deslucido.

El Fandi: Oreja y dos orejas.

Emilio de Justo: Dos Orejas y rabo y oreja.

El Payo: Oreja y dos orejas.

Fotos: Miguel Egea y Paco Sastre