TEXTO: JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO / FOTOS: EMILIO MÉNDEZ
Ha sido uno de los nombres del pasado fin de semana más allá de los Pirineos. Emilio de Justo, tras golpazos de atención en las Galias, lo volvió a hacer ahora en Dax. Cortó tres orejas a la corrida de Victorino el pasado sábado.
En Francia ya tuvo recompensa aquel triunfo el año pasado, y este zambombazo supongo que también lo haga en España.
En primer lugar, estoy muy feliz por haber podido triunfar de una forma tan importante en una plaza como Dax. Esperamos que esta temporada tan bonita que estoy dejando en Francia me abra las puertas de España.
¿Cómo fue la tarde? ¿Qué ambiente había en la plaza?
Noté a la gente muy entregada conmigo. Me trataron con cariño pero a los tres toreros nos exigieron. Fue una brava corrida de Victorino, pero exigente. Gracias a Dios mis dos toros me dejaron expresar lo que llevo dentro como torero y llegó arriba. Estoy agradecido a esta afición por haberme tratado así.
¿Cómo fue tu lote? ¿Cómo percibiste el encierro?
Fue una corrida exigente de Victorino, algo que exige mucha concentración y pocos errores. Mi toro primero transmitió y llegó arriba por el lado derecho. Por el izquierdo fue más complicado. Lo maté muy bien y corté ya una oreja, aunque tardó en morir. El segundo toro, con la mano izquierda, sí pude ir haciéndolo poco a poco. Con suavidad y con buen trazo le cuajé varias tandas importantes por el lado izquierdo. Le corté las dos orejas e hice el sueño de salir a hombros.
Es el culmen de ese periplo francés, ¿cómo afrontas también ese puerto importante como Mont de Marsan a finales de septiembre?
Estoy viviendo sensaciones únicas. Tengo que agradecer a la persona que tengo a mi lado, que me ha hecho crecer mucho como torero. Estamos viviendo una historia muy bonita. El nivel de exigencia está siendo muy bonito en Francia. Ojalá pueda rematar la temporada como sueño.
Este año es poco probable ir a Madrid, pero San Isidro 2018 supongo que será el objetivo.
Sí, así es. Los triunfos que he tenido en Francia han sido muy importantes. En Vic corté una oreja, en Dax, en Villanueva de Marsan, ahora Mont de Marsan… el nivel está siendo muy bonito. Estoy como loco de volver a Madrid. Para mí, sería un sueño volver como torero.