‘Sobrehueso’, de 520 kilos, nacido en noviembre de 2020, cerraba la tarde, un toro al que Emilio de Justo dejó un ramillete de chicuelinas para recibirlo, de manos bajas las últimas. Y luego por el mismo palo y galleando acercó el toro al caballo. Pero perdió las manos en varias ocasiones y fue devuelto. En su lugar salió un sobrero de menor entidad del mismo hierro, al que dejó verónicas de buen son De Justo y, aunque tenía cierta calidad de inicio, tampoco estaba sobrado de fuerzas. Se le cuidó. Tras brindar a El Soro -con diana floreada preceptiva- fue Emilio construyendo una obra con firmeza e inspiración, aprovechando la humillada embestida del animal, dejando dos series iniciales por derechazos hundiendo la mano y recreándose en los finales de serie, especialmente en un pase de pecho de casi 360 grados. Por la izquierda se la quería comer por abajo el toro, pero su fuerza era otra, y ya estaba venida abajo su condición. Por eso se los robó de uno en uno Emilio, componiendo con gusto en un epílogo de faena con calado. Junto con las manoletinas con el compás abierto antes de un doble pinchazo, lo que evitó el premio.
FALLAS
Emilio de Justo y una faena de inspirada firmeza en Valencia fallada con la espada
lunes 17 marzo, 2025
El extremeño cuajó al sexto de Juan Pedro Domecq, un sobrero al que dejó una gran obra arruinada por el acero

De Justo en la obra.