La noticia de que Morante de la Puebla emprendía una nueva aventura ganadera saltó la pasada semana con el avance: Fermín Bohórquez había comprado el hierro de Pérez de la Concha para entregárselo a José Antonio. Una adquisición imposible de ejecutar al no ser el torero sevillano miembro de la RUCTL. Por todo ello, José Antonio buscó la manera de intentar hacerse con dicho hierro al ser ésta la ganadería donde toreó por primera vez. Sin duda una cuestión romántica que le llevó a dar este paso, el cual no hubiera sido posible sin la intermediación de un tercero, en este caso Fermín Bohórquez.
El ganadero jerezano se hizo finalmente con el hierro y todos sus derechos después de que la Real Unión de Criadores de Toros de Lidia –RUCTL- sacase a subasta interna para los miembros de la propia Unión una serie de hierros entre los que se encontraba el citado de Pérez de la Concha. Pero aún quedaba un último escollo antes de cerrar por completo la venta, siendo esta la adquisición de al menos 25 vacas y un semental antes del 31 de diciembre por parte de su nuevo propietario, siendo informada de dicha adquisición la RUCTL.
Morante y su apuesta por el encaste Núñez
Una compra de ganado que no suponía ningún problema para un Morante de la Puebla que tenía decidida su apuesta por un tipo de toro, ese que llevaban criando desde hace lustros la familia Lozano y que ahora pasaría a manos del espada sevillano tras la compra de vacas y sementales para su nuevo proyecto en Malvaloca, finca que posee en la provincia de Sevilla. Un paso adelante dado por un espada que quiere comenzar un proyecto con unos cimientos muy sólidos, ese que le da una ganadería de primera fila como es Alcurrucén.
En esta temporada de 2023 José Antonio únicamente se ha anunciado dos tardes con la ganadería de la familia Lozano, las dos fueron en el mes de mayo, siendo la primera de ellas el día 14 en Talavera de la Reina (Toledo) y la segunda en Madrid el 18 de mayo, dos cosos donde compartiría cartel junto a Julián López ‘El Juli’ y Tomás Rufo, dos toreros apoderados por la familia Lozano, a su vez, ganaderos del hierro de Alcurrucén.
Otra de las tardes donde Morante se iba a anunciar con los toros de la casa iba a ser en Sevilla el pasado 15 de octubre, pero una recaída de su lesión en la muñeca derecha le impidió hacer el paseíllo aquella tarde, siendo sustituido el hierro a lidiar por un animal de Domingo Hernández elegido por Borja Jiménez, espada que entraría aquella tarde por el espada oriundo de La Puebla del Río. Pese a no prodigarse mucho con este hierro, 8 han sido las corridas toreadas en los últimos tres años, si destaca la elección de este hierro para sus tres últimas comparecencias isidriles, algo que denota la confianza puesta por José Antonio en este hierro
2021, dos corridas con Castellón y Madrid como apuestas del cigarrero
- Castellón – Viernes 25 de junio: Toros de Alcurrucén para Morante de la Puebla, El Juli y Pablo Aguado
- Madrid – Martes 12 de octubre: Toros de Alcurrucén para Morante de la Puebla, López Simón y Ginés Marín
2022 y sus cuatro paseíllos con la divisa de la familia Lozano
- Madrid – Miércoles 1 de junio: Toros de Alcurrucén para Morante de la Puebla, Emilio de Justo y Ginés Marín (Beneficencia)
- Toledo – Jueves 16 de junio: Toros de García Jiménez y Alcurrucén (4º sobrero) para Morante de la Puebla, Alejandro Talavante y Tomás Rufo
- Roquetas de Mar – Domingo 24 de julio: Toros de Alcurrucén para Morante de la Puebla, Daniel Luque y Juan Ortega
- Pontevedra – Domingo 14 de agosto: Toros de Alcurrucén para Morante de la Puebla, El Fandi y Andrés Roca Rey.
Alcurrucén: dos corridas en un 2023 con un menor número de festejos
- Talavera de la Reina – Domingo 14 de mayo: Toros de Alcurrucén para Morante de la Puebla, El Juli y Tomás Rufo
- Madrid – Jueves 18 de mayo: Toros de Alcurrucén para Morante de la Puebla, El Juli y Tomás Rufo
Pérez de la Concha, la historia de un hierro de gran solera que acabó «latente»
Dos siglos han pasado desde la creación en 1823 del hierro de Pérez de la Concha por parte de Joaquín de la Concha y Sierra. Una vacada histórica que durante los siglos XIX y XX fue todo un referente en el campo bravo, anunciándose con ella las principales figuras de la época en plazas de gran importancia. Un proyecto ganadero que pasó por diversas manos -siempre dentro de la familia- tras el fallecimiento de su creador. Así en 1861 pasó a su sobrino don Joaquín Pérez de la Concha y Álvarez, de quien la heredaron en 1923 sus hijos don Joaquín y don Enrique Pérez de la Concha y Pereira.
Cuando la divisa cumplió los 100 años de edad, sus actuales propietarios decidieron comprar un lote de vacas y un semental al Conde de Santa Coloma y posteriormente otros sementales, igualmente de esta misma rama, anunciándose la ganadería a nombre de “Hijos de don Tomás Pérez de la Concha”. Un proyecto ganadero que siguió manteniendo su estatus pese a esta nueva entrada de sangre, encontrándose en una posición bien distinta conforme avanzaba el siglo XX. La moda del toro grande y una variación en los gustos de los toreros fueron orillando una ganadería que poco a poco fue perdiendo importancia dentro de las ferias.
Todavía en manos de la familia Pérez de la Concha, José Antonio tuvo la oportunidad de torear animales de la casa. Tras la venta de la ganadería y los derechos del hierro en 2002, todo pareció diluirse, no recuperando ese estatus perdido años atrás. Una serie de deudas de sus propietarios con la RUCTL hicieron que el hierro quedara latente, algo que nos explicó punto por punto Antonio Bañuelos: “Pérez de la Concha, y otros hierros en su misma situación, son hierros deudores al tener cuotas pendientes con la propia Unión. Debido a esto no se le da ningún tipo de servicio como puede ser los nacimientos, el herradero, altas y bajas de animales…”.