LA CRÓNICA DEL ENCIERRO

Los toros de Victoriano del Río, atletas de élite en el encierro con una cornada antes de entrar a la plaza


jueves 13 julio, 2023

Los toros de Guadalix firman la carrera más rápida hasta el momento y dejan la marca en 2.18 minutos con algún accidente incluído

Séptimo Encierro 2023 Victoriano

Los corredores estaban avisados; los toros de Victoriano del Río -que pueden ser los más regulares en encontrar la bravura verdadera en los últimos años- suelen ser los más veloces en las calles de Pamplona. De hecho, es este hierro quien tiene cuatro de los veinte encierros más veloces de la historia. Y lo dejaron claro desde que subieron la primera cuesta del encierro, donde volaron literalmente, pese a que uno de los animales se escoró ligeramente a la derfecha, dejando momentos de tensión simplemente por la trayectoria en la que viajaban sus pitones.

Especialmente claro se vio en la Plaza del Ayuntamiento, donde uno de los corredores fue a salirse de la trayectoria y, con ese toro en la parte por la que quería salir, se vio metido de lleno en la manada que, afortunadamente, aún venían abriendo los bueyes. De hecho, los de El Uno aguantaron bien la Curva de Mercaderes, que esta mañana vio un recorrido limpio, pese a lo veloz de la carrera que conducía a la plaza de toros.

El momento más tenso: herida por asta en Telefónica

Hasta el momento había habído golpes, caídas e incluso algún pitonazo suelto a corredores que querían levantarse antes de tiempo, pero fue en el tramo de Telefónica donde se produjo el incidente más grave. Uno de los toros negros de Victoriano del Río se encontró de frente con uno de los corredores, dejándole el pitón en la parte superior del muslo izquierdo. Los momentos, dramáticos de por sí, se agravaron al girar el mozo en el pitón y atravesar la punta el pantalón que le cubría, rajándolo como si no hubiese prenda. Fue un momento dramático, espectacular; pero el toro protagonista ni siquiera tiró un derrote, que hubiera provocado muchos más destrozos.

Pero la carrera seguía hasta la plaza de toros, y algunos de los corredores más avezados fueron los únicos en aguantar la veloz carrera de los animales, siempre intentando ‘pillar pitón’, aunque no fuera como el desafortunado corredor que había quedado herido en Telefónica.

Tres toros por delante habían marcado una espeluznante carrera de menos de dos minutos, pero los que cerraban la manada dejaron que transcurriese el cronómetro hasta los 2.18 minutos, con dos heridos que tuvieron que ser revisados en la enfermería de la plaza.

Loatletas de Victoriano, por tanto, cumplieron con las expectativas de San Fermín.

FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO