Estar entre el 40 y el 50% de aforo es estar entre la espada… o la espada. Entre el sí o el sí. Entre dar Sevilla o darla. Porque el toreo la necesita. Porque la Fiesta requiere reactivarse. Porque es el pulmón que puede dar aire al inicio de la temporada.
La presión que doce festejos de abono en abril-mayo y otros tantos en otoño –amén de las novilladas, que en principio no se reflejan en la carta que Pagés ha enviado a los abonados– pueden hacer sobre el resto de plazas para que el surco del muletazo vaya encendiendo la ilusión de las empresas es, o debe ser, la clave del año. El verdadero cimiento de la temporada. La oportunidad de oro de Ramón Valencia para ser uno de los hombres del año.
Porque no olvidemos que la segunda plaza más importante del mundo organizará doce imanes para que otros pilares de 2021 se adhieran a la reactivación. Sevilla, entre la espada y la espada. Entre la decisión de estar o de ser: de estar en un sector o de ser parte de él. De ser empresa o de amar la tauromaquia. Y este año no hay (o no debería haber si todos ponen de su parte) un manque pierda, que todos sabemos de qué va nuestro futuro…
*Por cierto que Morón será el termómetro sobre el cual se regirá la temperatura de Sevilla. Dos momentazos de dos toreros que ha unido el empresario más inquieto y también el más célebre del año 2020, José María Garzón.