Finaliza un año clave para la carrera de un diestro chiclanero que ya un lustro puso rumbo a tierras francesas para formarse como torero: Christian Parejo. Un novillero sin caballos -en esa época- que apostó todo por un sueño al lado de otro matador que debió dejar la profesión por un gravísimo percance, Tomás Cerqueira. El joven gaditano, con un concepto del toreo muy personal, lo había acogido primero en su casa el ganadero de La Palmosilla, Javier Núñez, que siempre le tuvo en cuenta a la hora de hacer los tentaderos y, posteriormente, Cerqueira.
Primero como tapia y luego acudiendo como espada invitado, Christian Parejo fue poco a poco evolucionando en un torero que fue ganando partidarios conforme pasaban los días. Después, al lado de Cerqueira, se uniría Olivier Margé, actual empresario de la plaza de toros de Béziers, aficionado francés que tampoco dudó en apostar por un novillero diferente al resto.
Fruto del trabajo y los buenos resultados obtenidos en las distintas plazas que pisó le llegó la oportunidad de tomar la alternativa, una tarde soñada para un espada que pasó de dar capotazos al viento en su Chiclana natal a verse cara a cara con una máxima figura del torero como Sebastián Castella en un coso de primera como el de Béziers. Pero para llegar a ese lugar tuvo que pagar varios peajes que le postraron en una cama, pero no le frenaron su progresión.
El pasado mes de mayo, confirmó con mucha firmeza su alternativa en la plaza de toros de Las Ventas en una tarde en la que no ayudó el lote, pero le tocó a él embestir: “Esta temporada ha sido mi primer año completo como matador de toros y termino con una sensación bastante positiva. Destaco mi paso por la Copa Chenel, mi confirmación en Madrid en la feria de San Isidro y citas importantes en Francia con figuras del toreo, en tardes como Istres o Béziers», expone en una entrevista para este medio. En total, ha toreado 10 corridas de toros entre Francia y España, y dos en Perú.
«La tarde del 25 de mayo en Madrid sabía que iba a marcar en mi carrera como matador de toros. Fue una tarde bonita a pesar de que al ganado le faltó transmisión para llegar al publico. Aún así, los profesionales y el aficionado pudo ver algo de mí. No deseo nada más que volver a esa plaza, volver a sentir sus oles», reconoce el joven. No obstante, «me quedaría también con la tarde en Istres. Toreé con Sebastian Castella y fue una tarde redonda donde pude cortar cuatro orejas y salir a hombros», lo que le valdrá la repetición la próxima temporada en el bello coso de El Palio.
En la Copa Chenel, comenzó su periplo por el certamen en San Agustín de Guadalix, donde lidió un toro de buena condición pero bravo de Montealto: «Corté dos orejas y me sirvió para pasar de ronda. Después, en Algete y Alalpardo, llegué hasta semifinales. Pienso que mi paso por la Copa Chenel ha sido positivo y me ha dado la opción de que sea más conocido e ir más preparado a Madrid», expone el gaditano, que también toreó dos corridas en tierras peruanas.
De cara al 2025, «ya estoy preparándome y mis objetivos son poder repetir en algunas plazas donde toreé el año pasado y pisar otras nuevas tanto en España como en Francia. Me encantaría torear en mi tierra, Chiclana, por supuesto, es algo que añoro, al igual que regresar a Madrid a sentir sus oles», concluye el joven.
