JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO
Hace unos días terminó la feria de Céret. Fueron tres festejos apasionantes con tres entradones en el coso galo que vuelven a dejar claras las premisas de una plaza que es santo y seña del torismo. Juan Carlos Carreño, consejero de l`ADAC, ha compartido unos minutos con CULTORO para hacer balance del serial.
¿Qué balance se hace de la feria 2018?
Hacemos un balance muy positivo de la Feria. Bien es cierto que el domingo, que es un cartel fuerte siempre, coincidió con el fútbol, ya que jugaba Francia. No se acabó el papel ese día por la tarde, pero sí se demostró que la afición catalana y española asidua a Céret y a l`ADAC estuvo fiel, con un 85% del aforo cubierto.
En cuanto a las ganaderías, ¿qué destacaría?
Bien es verdad que los toros han estado bien presentados, no ha tenido que salir ningún sobrero, algo que es bastante fácil en Céret, ya que el público es duro y protesta si hay algún toro que no le gusta. La gente de l`ADAC, que son los que finalmente se parten trabajando, están contentos. Personalmente veo que ha habido una regeneración de l`ADAC muy importante. Hay jóvenes que cuando l`ADAC empezó no habían nacido, y ahora se han hecho cargo de ella. El presidente nuevo es un joven que ha hecho muy bien su labor, al igual que el vicepresidente. Han dado el callo de una manera de la que sí me siento muy orgulloso por haberlos visto trabajar así. Han visto durante estos años el trabajo de los miembros que han levantado Céret. Los fundadores sabía cómo trabajaban y cómo lo hacían, pero los nuevos le han dado un cambio brutal, con inteligencia, con afición y de forma muy profunda para la tauromaquia.
En cuanto a matadores ya ibais con un punto a favor, y es que algunos de ellos habían triunfado con fuerza en las ferias, ¿qué conclusión se saca de ellos en su actuación en la feria?
Octavio Chacón tuvo una gran actuación en Madrid o Pamplona, Fernando Robleño es un referente en esta plaza, Gómez del Pilar ha dado la cara… Los que estaban anunciados en Céret, han triunfado en esas plazas y con corridas complicadas, como son las que pueden ir a Pamplona o San Isidro.
¿Con qué os quedáis y con qué no?
Personalmente, me quedo con la presentación de la corrida de Sao Torcato, que fue muy interesante, buena para el torero y buena para el público. La corrida de Juan Luis Fraile fue una corrida muy seria que dio buen espectáculo; fue más dura para los toreros y dio un gran espectáculo en el tercio de varas, con un toro excepcional al que le dieron la vuelta al ruedo, que dio una imagen de lo que es la suerte de varas impresionante. En la novillada, también salió un gran novillo de Raso de Portillo, al que se le pidió incluso el indulto, aunque sorpresivamente no le dio el presidente la vuelta al ruedo.