SEVILLA

¿Qué hace Espartaco tras retirarse de los ruedos? Los proyectos bravos de la mítica figura


sábado 4 enero, 2025

El espada sevillano, una vez retirado de los ruedos, se ha centrado en la cría y selección de los animales que pastan en 'Majavieja' y 'Cerroporras'

Espartaco
Espartaco en una barrera. © Plaza 1

Juan Antonio Ruiz Román conocido en el mundo del toro como “Espartaco”, es uno de los diestros más importantes de finales del siglo XX y comienzos del XXI. Hijo del matador de toros Antonio Ruiz Rodríguez “Espartaco” (Espartinas, 29 de marzo de 1945), cuyo apodo le debe a Rafael Sánchez “El Pipo” por la película Espartaco, de Stanley Kubrick, amén de por vivir en el pueblo de Espartinas. Juan se puso por primera vez delante de un animal bravo en la plaza de toros de Camas cuando este únicamente contaba con 12 años de edad. Tras cruzar el charco y torear en la parte seria del espectáculo taurino cómico El Chino Torero, comenzó a dar pasos más importantes como novillero a este lado del charco.

Tras truncarse su alternativa en Jerez de la Frontera el 25 de julio, este la tomaría finalmente en la plaza de toros de Huelva el 1 de agosto de 1979, siendo testigo Manuel Benítez “El Cordobés”, y padrino Manolo Cortés ante toros de Carlos Núñez. En 25 de mayo de 1983 confirmaría alternativa en la Monumental de las Ventas de manos de Paquirri y Julio Robles. Pese a conseguir triunfos en plazas como Sevilla o Valencia los contratos no llegaban, siendo la tarde del 24 de abril de 1985 aquella que le cambió la vida tras salir por la Puerta del Príncipe por segunda ocasión.

Un espada que durante su carrera volvería a tocar la gloria en varias ocasiones en cosos de gran relevancia. El sevillano fue líder del escalafón en los años 1982, 1985, 1986, 1987, 1988, 1989, 1990 y 1991, llegando en muchas de esas temporadas a superar holgadamente el centenar de festejos. En 1994 se ve obligado a retirarse de los ruedos por una lesión de rodilla, volviendo a ponerse el traje de luces en marzo de 1999 en Olivenza, anunciando su retirada el 29 de septiembre de 2001 en Sevilla. Volvería de forma puntual para retirarse definitivamente el 5 de abril de 2015 en La Maestranza de Sevilla.

«Espartaco» y su sueño de ser ganadero de bravo

Espartaco Torero
Espartaco en Las Ventas. © Luis Sánchez Olmedo

El diestro hispalense una vez asentado como máxima figura del toreo decidió emprender la aventura de ser ganadero de bravo, un sueño que pudo realizar tras varias campañas siendo líder absoluto del escalafón. Un espada al que le une un vínculo con dos matadores de toros, uno en activo y el otro ya retirado. El primero de ellos es Pablo Aguado, matador de toros que no llegó a conocer la ganadería de segunda que poseía su abuelo en la Finca ‘Matute’, la actual ‘Yerbabuena’. Juan adquiriría una finca que posteriormente vendería al diestro cartagenero, ese que asentaría en los pagos de la sierra norte sevillana su vacada de sangre Pedrajas-Jandilla.

Tras dicha venta adquiría ‘Majavieja’, cuartel general del diestro de Espartinas desde hace varios lustros. Junto a ella y lindando con la misma también se encuentra ‘Cerroporras’, otra finca situada en el término municipal de Constantina donde pasta parte de la ganadería. Un proyecto que cimentaría sobre la sangre Núñez-Torrestrella-Guateles, tres ramas con personalidad propia y que en manos de Juan Antonio han adquirido un poso especial.

“La ganadería tiene procedencia de Núñez, y tras ello una parte de Torrestrella. Después crucé Torrestrella con Juan Pedro vía Guateles, excepto una parte de la ganadería. No tengo machos aún, he lidiado uno o dos; tengo 28 vacas de Miranda y Moreno. Ahora sí tengo erales de esa línea que quiero ver en casa” nos explicó en una entrevista el espada y ganadero hispalense.

Los hermanos Jiménez y su vínculo con la casa «Espartaco»

Borja Jimenez
Borja Jiménez, en su alternativa el Domingo de Resurrección de 2015 en La Maestranza de manos de Espartaco y en presencia de Manzanares. © Arjona-Pagés

Si bien es cierto que “Espartaco” nunca ha ejercido las labores de apoderado siempre ha estado muy pendiente de los hermanos Jiménez, dos toreros que, en su día, estuvieron bajo la supervisión de su padre, un enamorado del toro bravo que durante un tiempo ejerció las labores de director de la escuela taurina de Espartinas. Tras el debut con picadores de ambos, Antonio no dejó de estar al lado de ambos, y por ende, su hijo Juan Antonio.

Volaron en solitario tanto Javier como Borja, cosechando ambos triunfos importantes como novilleros que le valieron tomar la alternativa en Sevilla. Ya en el escalafón superior la reducción de festejos y la falta de apuesta de los empresarios los acabó orillando. Su perseverancia, trabajo y sacrificio les hizo salir del hoyo y meter la cabeza en las Ferias. De ellos no se separó ni un segundo un “Espartaco” que estuvo siempre ahí para darle los consejos necesarios y hacerles ver que él también estuvo en esa misma situación pese a ser líder del escalafón en 1982 y tener una Puerta del Príncipe a sus espaldas.

Javier entró en las ferias gracias a una temporada donde consiguió abrir la Puerta Grande de Las Ventas con una corrida de Bañuelos un 15 de agosto, tiempo atrás la había perdido con los astados de Santiago Domecq. Entró en Valencia, Sevilla, Madrid, Pamplona… pero las cosas no acabaron de rodar y volvió al banquillo. Unos años después ha sido el turno de un Borja Jiménez que consiguió refrendar su gran 2023 con un 2024 lleno de triunfos.