Llegaba el festejo de rejones en una zona de gran afición al caballo. Y lo hacía con una corrida de Luis Terrón para Sergio Galán, Diego Ventura y David Gomes en un alarde de cuadras.
La elegancia templada de Sergio Galán le abre el esportón a la tarde
La de Galán al primero fue una faena muy templada con el pedazo de toro primero, que comenzó a pararse mediada la faena. El conquense sobresalió con Ojeda en las pasadas, rodando pitón con toda la anatomía del valeroso caballo, siempre ofreciendo el pecho al de Terrón. Dejó llegar Sergio los pitones a las cabalgaduras, pero con limpieza y elegancia. Brilló también en el par a dos manos y recetó un rejonazo al segundo intento que dejó las cosas en oreja.
La tenacidad de Ventura termina llamando al toreo con el segundo
También a Diego Ventura le perjudicó la falta de empuje del segundo, que entraba y salía de las suertes en los embroques, pero no daba para realizar el toreo de costado ni tenía boyantía para más que una lidia aséptica. Pero fue al ataque el caballero, sobre todo con Velázquez, un tordo nuevo que se dejó llegar mucho los pitones. Buscó las pasadas por los adentros, pese a la falta de entrega del de Terrón, y le dio espacio de tercio a tercio para que cogiese aire, le cambió los trancos y trabajó mucho la oreja que paseó finalmente.
David Gomes se inventa una faena de oreja frente al distraído tercero
El tercero fue el toro más deslucido del festejo hasta ese momento, haciendo hilo a los capotes y a los de a pie y con nulo interés en las cabalgaduras de David Gomes. Brindó a sus compañeros de cartel el portugués por darle la oportunidad de compartir cartel. Casi nunca le hizo caso al caballo el pupilo de Terrón, y todo lo tuvo que hacer el portugués, asumiendo muchas veces riesgos, como una banderilla al violín en la que se jugó las cabalgaduras. Brilló en la intención de apostar y en la forma de hacer las cosas bien, por eso paseó una oreja.
Sergio Galán tira de clase y experiencia para cortar otra oreja del cuarto
El cuarto fue otro toro parado y con poco interés en las monturas, pero supo el conquense pisar terrenos muy comprometidos y tuvo la experiencia para lidiar con las dificultades del toro de Luis Terrón, que iba sin ir y nunca terminaba de arrancarse a galopar. Consiguió Sergio encelarlo primero y después hacerle una labor siempre muy de cara al animal. Siempre en las cercanías, siempre entre pitones para que no decayese la intensidad y cortar al final una oreja de mucho peso.
Ventura le da espectáculo a su brutal dimensión y desoreja al quinto
El Terrón que salió en el quinto acto se dejó un poquito más que los otros sin terminar de llegar a ser bueno. Tiró de solvencia Diego Ventura con él, pero también de recursos y de conexión y espectacularidad. Siempre de cara, siempre en las cercanías para encelar y para arrancar galopes que al principio quizás no tenía, con una dimensión lidiadora fuera de lo común. Estuvo especialmente bien con Bronce, con el que se metió siempre encima del toro, con los pitones siempre cerca de la barriga. Le quitó la cabezada, llegando al público con ello. El tendido estuvo siempre muy con él y le cortó las dos orejas pese a utilizar el descabello.
El sobrero sexto complica la vida a David Gomes, que escucha silencio
El sexto se fue devuelto por donde había venido sin que nadie -salvo el presidente- sepa muy bien por qué. Y eso que parecía el que más clase estaba sacando de todo el festejo. Todo arrancó en el tercio de banderillas, cuando pareció acalambrarse y se echó, por lo que el tendido se puso a la contra. En su lugar salió una prenda que se ponía por delante y sólo se arrancaba si sabía que podía hacer presa. Labor esforzada la del portugués, que tuvo que lidiar mucho para no encontrar el brillo y terminar escuchando silencio.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de El Espinar, Segovia. Segunda de feria. Corrida de rejones. Media plaza en el aforo permitido.
Toros de Luis Terrón, reglamentariamente despuntados.
Sergio Galán: oreja y oreja.
Diego Ventura: oreja y dos orejas.
David Gomes: oreja y silencio.