El conocido programa de televisión Wild Frank, presentado por el mediático Frank Cuesta, dedicó hace unos años cuatro episodios a la tauromaquia. Durante su grabación, Cuesta comprobó de primera mano muchos mitos y falsas creencias sobre la fiesta y trató de tú a tú con toreros, ganaderos y aficionados, de los que pudo aprender sobre el mundo del toro y sus valores.
Después de la grabación del programa, Frank Cuesta reconoció que la primitiva idea que tenía sobre los toros era equivocada y fue duramente criticado por muchos sectores animalistas que vertieron sus ataques fundamentalmente en las redes sociales, tras lo que el presentador decidió no grabar más en España.
Pero si hay algo que los taurinos recordamos especialmente de la emisión de ese programa fue la ardorosa y ferviente defensa del toreo que abanderó una joven aficionada en una conversación con el presentador del programa en la salida de un bar de ambiente taurino. Fue una argumentación sólida y con garra que dejó a Frank de la Jungla boquiabierto y sin palabras.
«Soy taurina y civilizada. Si los toros de lidia no se matasen, no habría toros de lidia y ellos mueren luchando por su vida. La vaca de la que nos comemos los filetes la electrocutan y te las comes. Los toros no son sólo la especie. Es el campo en el que se cría, son las familias a las que da de comer y es el dinero que da en los pueblos cuando hay una feria», explicaba esta joven amante de la tauromaquia con voz firme y segura.