Esto es animalismo: una peña de jóvenes aficionados pagó el pasado mes de mayo de 2020 el alimento de los toros que había comprado hasta el día en el que se hubiesen lidiado. En concreto, se trató de la peña taurina de El Puig, en Valencia, que hizo el gesto con los toros de Gerardo Ortega que tenían comprados para sus fiestas en el mes de agosto, lógicamente suspendidas por culpa del coronavirus. Así lo narraba en la red social Instagram el propio ganadero:
«Esta tarde me han llamado desde la que considero mi segunda casa, El Puig (Valencia), para darme la mala noticia de la suspensión de su fiesta grande, Sant Roc, por las causas que de sobra conocéis y ojalá superemos pronto. Desde aquí todo mi apoyo y ánimo para todos.
Acto seguido, los clavarios organizadores, un grupo de veinteañeros de afición desbordante y que tenían reseñados dos toros en mi casa (46-Clavellino y 23-Extremeño), me han comunicado que quieren pagar la totalidad del trato y la manutención de los animales hasta agosto de 2021, fecha en la que celebrarán sus fiestas, con el objetivo de ayudar a la sostenibilidad de mi ganadería en tiempos tan difíciles para todos.
Gestos como este engrandencen el mundo de las calles, su sensibilidad y pasión por el toro. Solo puedo decir GRACIAS, y quiero hacerlas extensivas a los pueblos de Benifairó y Almenara, que hace días, ante la incertidumbre de si podrán o no realizar sus festejos, me manifestaron que adoptarán la misma postura. ¡Gloria al toro bravo y honor a la afición de las calles! Gracias de nuevo, aquí tenéis vuestra casa».
Así nace un tesoro: un vídeo muestra cómo ve la luz el primer toro bravo de 2021 con una genial sorpresa en él
El nacimiento de un toro bravo es siempre un motivo de orgullo no sólo para el propio ganadero, sino para toda una afición cuyo rey es el principio de todo. En este caso reparamos en uno de los primeros nacimientos bravos del 2021, un año clave para el futuro de la tauromaquia por la gravísima crisis del COVID que estamos atravesando. TE LO MOSTRAMOS AQUÍ.