JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO / FOTOGALERÍA:
EMILIO MÉNDEZ
Eugenio de Mora intentará relanzar, esta
tarde, su temporada. Se la juega el toledano después de que la mala suerte
jugara en su contra el pasado mes de mayo, en la quinta corrida de la Feria de
San Isidro que fue la única que debió suspenderse por lluvia. El mal estado del
ruedo impidió que tanto Eugenio de Mora como El Payo y Juan Bautista trenzaran
el paseo mayor en la capital. Ahora, Pamplona ha vuelto a confiar en él después
de que hace un año le cortara una oreja en este mismo escenario a un toro de Conde
de la Maza.
Eugenio, antes de torear en Pamplona, ¿cómo
se encuentra tu cuerpo y tu mente para este paseíllo?
Bueno,
creo que bien. Cuando salga el toro se verá. Estoy contento estar en esta
Feria. Reconforta mucho ver que el esfuerzo con la corrida del Conde de la Maza
ha tenido su recompensa. Voy con ánimo y con ganas de por lo menos revalidar lo
que hice el año pasado y justificar que si me han puesto es por algo.
Supongo que te afectaría de formar importante
la moral la suspensión de Madrid porque ha paralizado hasta las negociaciones de
las corridas que tenías…
La
verdad que el día después de la suspensión hablé con Manuel Martínez Erice y
acordamos estar en la corrida del 15 de agosto. Todavía no se ha firmado nada
pero él lo dio por hecho. Confío en su palabra y si Dios quiere tendré esa
oportunidad. Pasé unos días muy malos, aunque prefiero no recordarlos porque eso
ya está pasado. Lo que importa es el presente, y el presente es Pamplona y lo
que pueda venir en el futuro.
¿Cómo es Pamplona y cómo fue contigo? ¿Qué
sensaciones viviste el año pasado toreando en esa plaza?
La
verdad que el año pasado fue para el recuerdo. Yo ya había toreado varias
tardes en Pamplona y no había tenido suerte, no había terminado nunca de
conectar. Es una plaza muy peculiar, con una personalidad muy marcada y el año
pasado sí que pude sentir el calor del público, la gente reaccionó a las cosas
buenas que le pude hacer al toro y fue una tarde positiva. Llevaba muchos años
sin estar en Pamplona, no tenía un recuerdo bueno de la etapa anterior pero sí
el año pasado. Cuando uno triunfa se lleva un gran sabor de boca.
En cuanto a la estructura de la temporada, ya
se ha presentado la tradicional corrida de ASPAYM que organizas con cariño,
¿cómo va todo en ese sentido?
Con muchísima
ilusión. Es la próxima corrida que tiene sitio en el calendario taurino de
Castilla- La Mancha. Es una corrida a la que se le espera con ilusión, que
tiene un encanto especial y este año no va a ser en Illescas pero sí en Borox,
una plaza con una solera especial. Es la tierra de Domingo Ortega, el torero
más grande que ha dado nunca Toledo. Es una tierra muy torera, muy taurina, y
esperemos que sea una tarde que sea, como mínimo, al nivel que la gente espera
y si puede ser, superarlo. La corrida está muy bien presentada, está un peldaño
por encima, tiene un ganado de una plaza de segunda. Tiene ingredientes muy
atractivos.
Y la lucha grande de Eugenio de Mora, son las
Ferias de agosto y septiembre… ¿es esa la gran esperanza que te queda?
La
temporada está marcada por las circunstancias. El arranque no ha sido el
esperado esta temporada, no ha sido fácil, pero eso no quiere decir nada. Yo
tengo mis cartas para jugarlas, espero tener suerte y poder jugarlas bien.
Ojalá y llegue la suerte, que es muy importante.