El maestro Andrés Vázquez, que tenía 89 años de edad, ha fallecido este 17 de junio en el municipio zamorano de Benavente después de llevar varios días empeorando su estado de salud. Con él, se va uno de los toreros que van grabados en la historia del siglo XX y en la del hierro de Victorino Martín, al que fue unida su trayectoria, y a la de los hierros con más temperamento.
Nacido en Villalpando (Zamora) el 25 de julio de 1936, hizo su debut con picadores en la pequeña población salmantina de Guijuelo, el día 18 de julio de 1960. El día 3 de septiembre de la temporada siguiente compareció por vez primera ante la severa afición de la Villa y Corte, donde enseguida se le reputó como torero corajudo y poderoso, muy templado en la sobriedad propia del toreo mesetario.
El 19 de mayo de 1962 volvió a pisar la arena madrileña de la plaza Monumental de Las Ventas, dispuesto, en esta ocasión, a recibir el grado de doctor en tauromaquia. Traía como padrino de alternativa al matador toledano Gregorio Sánchez, quien, en presencia del coletudo gaditano Juan García Jiménez (“Mondeño”), que comparecía en calidad de testigo, le cedió los trastos con los que había de dar lidia y muerte a estoque al toro Zorrito, perteneciente a la ganadería de Benítez Cubero. Anduvo afortunado Andrés Vázquez durante esta campaña de 1962, en la que, tras cumplir cincuenta y cuatro contratos en plazas españolas, marchó a Hispanoamérica para continuar toreando.
En la temporada de 1963 se enfrentó a cincuenta y un lotes. A partir de aquí, las numerosas cogidas que fueron jalonando su accidentada andadura torera comenzaron a hacer mella en el número de ajustes que firmaba; y así, en la campaña de 1964 sólo pudo hacer frente a treinta y una corridas, y a veintiuna en la de 1965. En 1966 hizo veintisiete paseíllos, los mismos que realizó en durante la siguiente temporada. En la campaña de 1968 intervino en veintitrés festejos, para reducir a diez sus actuaciones durante el año de 1969. En 1970, año en que firmó treinta y dos contratos, protagonizó en el ruedo de Las Ventas una gesta muy aplaudida, al encerrarse en solitario con seis toros criados en las dehesas de Victorino Martín.
En la temporada de 1971 toreó en treinta y dos ocasiones, dejando una sobrada muestra de su buen hacer taurino en el ciclo madrileño de San Isidro, del que fue proclamado triunfador. Posteriormente, firmó diecinueve contratos en la campaña de 1972, seis en la de 1973, y diez en la de 1974, año en que decidió abandonar el ejercicio activo de la profesión. Para cortarse la coleta, eligió como escenario el coso venteño -donde tantas veces había sido aplaudido-, y como fecha el día 22 de septiembre, día en que volvió a encerrarse en solitario con seis toros (cinco del hierro de don Pío Tabernero, y uno que había pastado en las dehesas de Camaligera). Andrés Vázquez cortó dos orejas a Tortolito, su sexto enemigo, por lo que se retiró del toreo con una salida a hombros por la Puerta de Madrid.
En 1976, a los pocos meses del desgraciado accidente que le costó la vida a Antonio Bienvenida, Andrés Vázquez volvió a ponerse delante de una res brava con motivo del homenaje que se rendía al diestro fallecido. El éxito que cosechó en este festival le animó a volver al ejercicio profesional del toreo, actividad que reanudó en la campaña de 1977. Aquel año firmó dieciocho ajustes, once en 1978 y doce en 1979. En la temporada de 1980 intervino en diez corridas, y sólo lidió cuatro lotes en la de 1981. Finalmente, en la de 1982 decidió cortarse la coleta de forma definitiva, después de haber despachado cinco encierros. Se despidió de los ruedos en la plaza Monumental de Las Ventas, acompañado en el cartel por el diestro sevillano Manuel Vázquez Garcés (“Manolo Vázquez”) y por el espada jiennense Manuel Vázquez Ruano (“Curro Vázquez”).
Sin embargo, el gusanillo de la afición no le permitió permanecer muy alejado de los ambientes taurinos. El 1 de noviembre de 1986 volvió a vestirse de torero, ocasionalmente, para comparecer en calidad de testigo en la toma de alternativa de Rafael Sañudo (“Fray Gaditano”). Luego asumió la dirección de la Escuela de Tauromaquia de Madrid, donde divulgó sus saberes taurinos entre toda una generación de jóvenes toreros. Y en la actualidad colabora con la cadena autonómica de televisión Telemadrid, en donde comenta las retrasmisiones de diversos festejos taurinos.