OBITUARIO

Fallece a los 66 años Gonzalo Hernández, eterno mayoral de Castillejo de Huebra


jueves 17 febrero, 2022

Gonzalo Hernández, que hasta noviembre de 2020 fue mayoral de Castillejo de Huebra, ha fallecido a los 66 años de edad. Este miércoles se ha celebrado su funeral en la localidad salmantina de Tamames.

Castillejo Huebra
Foto: Almeida - La Gaceta de Salamanca

«Era honesto, muy cabal y muy serio, pero muy afable y amigo de sus amigos». Así recuerda María José Majeroni, ganadera del hierro salmantino de Castillejo de Huebra, a Gonzalo Hernández, mayoral durante 14 años de la casa salmantina que falleció este miércoles, 16 de febrero, a los 66 años de edad y dejó en duelo a la ganadería murubeña que pasta en el campo charro. Las muestras de condolencias se hicieron presentes durante toda la jornada a través de las redes sociales.

«Era un gran aficionado, sobre todo, y un conocedor de la ganadería; tenía en la palma de su mano todas sus vacas. En casa ha estado catorce años hasta que se jubiló hace un año. Era una persona muy seria y honesta, pero muy cercana en el trato. Cuando teníamos los herraderos, compartía risas con todos y era una gran persona», señala en declaraciones a Cultoro María José Majeroni, ganadera de Castillejo de Huebra.

Este miércoles fue el funeral en su localidad natal de Tamames, en la provincia de Salamanca.

«Tenía Castillejo de Huebra en la palma de su mano»

«Él tenía una experiencia previa en ganaderías de la zona y enseguida que se puso a trabajar con nosotros conoció a todas las vacas, y sabía perfectamente cómo cambiarlas con el semental y cuándo iban a parir«, destaca sobre su inteligencia con los animales bravos. «Primero estuvo lógicamente dirigido bajo la batuta de José Manuel Sánchez, mi padre, y cuando él faltó hace ocho años, la segunda parte de su estancia en Castillejo ha estado bajo mi batuta», destaca Majeroni.

«No ha habido ningún tipo de trauma en la transición, sino que ha sido una continuidad amena. Él se hizo parte en la ganadería», describe. «Todos remábamos en el mismo barco. Su gente era de plena confianza, y para mí lo era. Era una persona muy honesta, muy cabal, muy seria -no de sequedad, sino en su comportamiento-, pero muy afable», loa de su figura.

«El mejor consejo que me llevo es su modo de vida, la honestidad, la franqueza, ser amigo de sus amigos y hacer perfectamente su trabajo«, concluye la ganadera. Desde la redacción de Cultoro mandamos nuestro más sincero pésame a familiares y amigos.