CONTRAQUERENCIA

Faltó ambición


martes 30 mayo, 2017

Lo peor que le puede pasar a un torero es que el público le ignore, que no se emocione ni para bien, ni para mal. Que simplemente pasen de él.

Lo peor que le puede pasar a un torero es que el público le ignore, que no se emocione ni para bien, ni para mal. Que simplemente pasen de él.

DAVID JARAMILLO

Lo peor que le puede pasar a un torero es que el público le
ignore, que no se emocione ni para bien, ni para mal. Que simplemente pasen de
él. Y en la novillada de este martes pasó un poco de eso. Ni la intencionada
variedad de Leo Valadez, ni el querer de Diego Carretero, ni la verticalidad de
Andy Younes llegó a superar la triste corrección académica, ante una novillada
que ofreció verdaderas posibilidades de triunfo a quién estuviera dispuesto a
apostar de verdad.

Es cierto que los novillos de Montealto no terminaron de
romper, pero también es verdad que faltó descaro en la terna, al menos un punto
de ambición, de querer marcar diferencia y de sacrificar la compostura a cambio
de destacar. Un poco de actitud habría cambiado el sino de la tarde. Quizás el
único que apuntó esa intención fue Diego Carretero, aunque no terminó de
disparar.

También es verdad que los novilleros están en proceso de
aprendizaje, aunque estamos hablando de los punteros, de los que más oficio y
proyección tienen. Por eso mismo se esperaba más de ellos.