El quinto, menos por detrás que los anteriores, lucía dos pitones de agudeza antinatural y se mostró bravucón en el capote de Miguel de Pablo, en el que se aburrió de repetir cuando comprendió que no podía ganar la pelea. Fue a topar con el caballo las dos veces que lo picaron y se protestó su evidente falta de fuerza que, sumada a su mansedumbre, amenazaba defensa constante en la muleta. Ya en la brega de Manuel Macías mostró su falta de interés en concluir los viajes y su vicio por echar la cara arriba. A pesar de todo, el brindis de Miguel de Pablo fue para el público. Y allí estaba, intentando meter en cintura a un animal que te radiografiaba constantemente, cuando se le quedó debajo, le echó mano por la corva y le pegó un volteretón. No se enredó el de Colmenar, que volvió a la cara para dejar una lidia sobre los pies, a la antigua usanza, mientras el sardo buscaba hacer carne. Pero aún le robó otra serie, con la mano derecha y en la media distancia, antes de dejar una estocada corta que lo mandó a destazar.
MADRID
Fea voltereta por el quinto a Miguel de Pablo en Las Ventas
domingo 8 septiembre, 2024
Cuando se le quedó debajo el toro de Sobral en el ecuador de la faena, le echó mano por la corva y le pegó un volteretón