Con el pulso sereno pero el alma encendida, Fernando Adrián se alista para hacer el paseíllo este sábado en una de las citas más emotivas del calendario taurino manchego: la tradicional Corrida de ASPRONA en Albacete. El madrileño, que atraviesa un momento de plenitud profesional, confiesa a sentirse “profundamente ilusionado” por formar parte de este festejo, tanto en lo simbólico como en lo taurino.
“No es solo una corrida más, es una tarde que va directa al corazón”, afirma con convicción. “ASPRONA realiza una labor admirable, y tener la oportunidad de aportar desde mi toreo es un privilegio que no todos los días se brinda. Torear aquí, por esta causa, es torear con un porqué que trasciende la plaza”.
La cita, con más de medio siglo de historia, ha albergado a lo largo de los años faenas memorables y nombres de peso. Fernando no es ajeno a ese poso de historia: “Sientes que estás entrando en una tradición construida con mucho cariño y compromiso. Esta corrida tiene alma, tiene peso, y eso se nota desde que pisas el ruedo”.
El festejo será televisado en abierto para toda la región por CMM, lo que añade aún más alcance y compromiso. “Que llegue a tantos hogares es fundamental; el toreo, ese día, es vehículo de una causa que merece ser conocida y apoyada”, añade.
Fernando Adrián llega a Albacete en plena forma, tras una racha de triunfos que lo han catapultado a la élite del escalafón, especialmente el último en una plaza de primera: el de Arles en la pasada Feria de Pascua, donde cortó tres orejas a la corrida de Virgen María. “Estoy disfrutando de este momento como torero. Todo se basa en la entrega y la preparación constante. Esta tarde en Albacete, además, es una especie de prólogo bonito a lo que viene en Las Ventas”, apunta, en alusión a sus compromisos en la primera plaza del mundo durante mayo y junio.
El hierro de Montalvo le espera, al igual que la afición albaceteña, que ya lo vio salir a hombros en septiembre con la corrida de La Quinta. “Torear aquí siempre es especial. Esta plaza me ha dado cariño, y esta es una forma de devolverlo”, confiesa.
Y si el cartel ya tiene aroma de gran tarde, los compañeros de terna lo completan. “Paco Ureña es puro compromiso con la verdad del toreo, y José Fernando Molina es una de las grandes promesas que ya está dando que hablar. Compartir cartel con ellos es un aliciente y una alegría”.
Con todo ello, Fernando Adrián lo tiene claro: “El sábado no se torea solo por el triunfo. Se torea por algo más grande: por la causa, por la afición, por una tradición con alma”.