Fernando Adrián dio el tercer golpe de su vida en Madrid el pasado domingo en la Corrida de la Beneficencia, en la que alcanzó la tercera Puerta Grande consecutiva de su carrera. Y lo hizo en la más importante de las funciones taurinas de toda la temporada junto con la del Domingo de Resurrección en Sevilla. En el caso de Las Ventas, destacan por delante de Adrián las cuatro recordadas puertas grandes seguidas de César Rincón.
Adrián selló una tarde de impacto en Madrid, cortando una oreja de peso al primero y al sexto ejemplar de Garcigrande, después de haberse quedado fuera de San Isidro y después de haber dado, el pasado año, un doble golpe venteño que le hizo entrar en una quincena de corridas de toros en las principales ferias. En todas salió a hombros, y en las cinco que lleva este año –Castellón, Illescas, Valdetorres, Nimes y Madrid- también.
Además, este hecho se revaloriza porque la de Fernando Adrián el pasado domingo era la tarde número 40 de toda su vida como matador. De esas 40 tardes, lleva 35 salidas a hombros desde 2013, y 22 de ellas seguidas. Las dos últimas, en las dos plazas más importantes de Francia y España, ya que también triunfó el pasado 20 de mayo en la Feria de Pentecostés de Nimes.
Ya en la historia de los toreros madrileños en la Beneficencia
Con este nuevo hito, Fernando Adrián ha entrado de forma triunfal en la lista de toreros madrileños a lo largo de la historia que han formado parte en más de una ocasión de este festejo, ya que en los dos paseíllos que ha hecho en esta fecha ha salido a hombros.
Se trata de un elenco de toreros de esta región encabezado por Julián López “El Juli”, el matador de la tierra que en más ocasiones ha trenzado el paseíllo en esta emblemática fecha, ya que ha toreado ocho veces este festejo. Tras él, destacan nombres para la historia como Joselito, José Tomás o Miguel Abellán.
Y el caso de José Miguel Arroyo es plenamente curioso con esta corrida, puesto que se asemeja a lo ocurrido con Adrián esta temporada; hace tres décadas, Joselito se quedó fuera de la Feria de San Isidro, y toreó la corrida de Beneficencia de aquel año también de forma triunfal.