Más allá del triunfo rotundo este viernes en la Feria de Colombinas de Huelva, donde cortó dos orejas y salió a hombros, el foco en torno a Andrés Roca Rey se ha desplazado inevitablemente a su estado físico. El torero peruano, que sufrió una aparatosa voltereta durante su primera faena en la cuarta de abono, terminó la tarde visiblemente dolorido y con gestos que delataban algo más que una simple contusión.
Quien lo conoce mejor que nadie, su hermano y apoderado Fernando Roca Rey, ha mostrado su inquietud en declaraciones al programa Carrusel Taurino, de Radio Andalucía Información, durante el desarrollo de la corrida: «Andrés me ha comentado que le duele mucho la rodilla izquierda. Tendrá que revisársela porque es muy importante verificar si es una lesión de ligamentos», señaló.
La advertencia no es menor. El parte médico habla de una “contusión en rodilla izquierda con dolor a la altura del ligamento rotuliano externo y tumefacción (hematoma)”, aunque “no se aprecian derrames intraarticulares ni se objetiva inestabilidad articular en relación al cajón”. De hecho, no es descartable que se le practiquen nuevas pruebas en las próximas horas.
Y es que, aunque Roca Rey apretó los dientes y fue infiltrado en la enfermería tras el percance para poder torear el quinto del festejo, el sobreesfuerzo físico que exigió el cierre de su primera faena —con dos series de muletazos muy comprometidos tras la cogida— puede haber agravado la dolencia.
Su siguiente tarde es este mismo sábado en una cita de mucha importancia: la de la temporada de verano del Coso Real de El Puerto de Santa María, coso en el que está anunciado al lado del alicantino José María Manzanares y del sevillano Pablo Aguado para despachar un encierro con el hierro charro de Hermanos García Jiménez.
En lo artístico, la tarde de Huelva volvió a mostrar a un Roca Rey entregado, profundo y con capacidad de emocionar incluso en la adversidad.