Sebastián Castella -en sustitución de Daniel Luque-, Pablo Aguado y Tomás Rufo hacían el paseíllo, este lunes, en la plaza de toros francesa de Dax para la quinta de abono de su Feria. Se lidiaba un encierro con el hierro salmantino de El Pilar en sustitución de los astados onubenses de El Parralejo. Con una ovación recibió Dax a Sebastián Castella, que éste compartió con sus compañeros.
Una estocada desprendida deja en vuelta lo que iba para premio para Castella
El primero de El Pilar no se prestó mucho al lujcimiento con el capote de Sebastián Castella, pero sí una vez que pasó por el caballo, en el queite de Pablo Aguado. Pero cu8ando llegó la muleta también lo hizo el toreo templado y hasta delicado del francés, que supo tirar hacia adelante muy despacio, muy templado, de la voluntad del pupilo de El Pilar. Brillo a gran nivel con lña mano izquierda y sobresalieron un par de magníficos cambios de mano, antes de echarse todo el toro por delante en los de pecho. La estocada desprendida dej´ño el premio en una vuelta al ruedo.
Oreja para un Pablo Aguado que conjugó su clase con la del segundo de El Pilar
Fue bueno el saludo a la verónica de Pablo Aguado, pero mejor aún fue la media que abrochó el sevillano. Quitó también por chicuelinas, con mucho sabor, antes de iniciar la faena de muleta. Fue la mano diestra la que primero utilizó Pablo Aguado ante el segundo de El Pilar, que tenía clase y entrega para ir creando una obra de menos a más, muy sentida por el torero. Tuvo mucha entrega el animal, que también acusó la exigencia de una faena de mucha profundidad de Pablo Aguado. Una gran estocada le posibilitó pasear una oreja.
El palco se niega a conceder la oreja a un Tomás Rufo que da una vuelta con el tercero
El tercero fue protestado de salida por su escaso fuelle, pero se mantuvo en la plaza después de dos puyazos reglamentarios. En redondo comenzó su faena Tomás Rufo, pero comprobó que la fuerza estaba limitada. Por eso el buen y noble toro necesitaba de la inercia para asentarlo en el ruedo. Muy despacio le hizo todo Tomás Rufo, que midió mucho la exigencia al natural hasta que el animal se fue afianzando en el ruedo. Fueron claves los tiempos para ir bajando la mano poco a poco a un toro sin el fuelle, pero con el fondo. Lo había visto Rufo desde el inicio. Acortó la distancia en el final y lo mató de una estocada un pelín desprendida que le dio para una vuelta al ruedo, al no conceder el palco la oreja pedida por el tendido.
Castella se asegura la Puerta Grande cortándole las dos orejas al ralentí a un Pilar de excelsa clase
Muy bueno fue el recibo capotero de Castella, que lo enceló en el percal primero para soplarle después un manojo de verónicas rematadas por una media muy personal. Brindó al público paisano Castella, para comenzar su faena de muleta con sus clásicos cambiados por la espalda. Hasta en tres ocasiones se lo pasó por detrás, pero siempre muy despacio, porque la clase que traía el de El Pilar no era para andar con prisas. Le caminó, le llenó el escenario, le dio su tiempo antes de ponmerlo a embestir otra vez, más para que cogiera ritmo que para brillar él. Por eso rompió el animal a embestir muy, muy despacio, con una clase extraordinaria en las manos del francés. Le formó un auténtico lío al ralentí Castella, que enseñó de nuevo su delicadeza en naturales de mano bajísima. Era una caldera la plaza de Dax con el paisano, que degustaba cada trazo como si fuera a ser el último. De frente y al natural, le coreó la plaza cada arrancada, cada embroque, en una comunicón perfecta. Unos doblones finales con mucha torería fueron el epílogo antes de una estocada hasta las cintas que propició las dos orejas.
Silencio para Pablo Aguado por incomparecencia de toro en el quinto acto
El quinto salió muy leal a su encaste Raboso, frío y sin confiarse nada en el capote de Pablo Aguado, que desistió de estirarse a la verónica y también de intervenir en el quite antes de las banderillas. Por ello lo fió todo a la muleta y sin brindis, porque tenía mcomprobada la falta de fueza de un animal que no se mantuvo en pie ni siquiera con la media altura que siempre intentó Pablo. Abrevió el sevillano.
El fallo con los aceros se lleva el trofeo que tenía conseguido Rufo con el sexto
Al sexto le comenzó la faena de muleta de rodillas, pero hasta entonces todo fue cuidar al animal por parte de su cuadrilla. Despacio fue probando al animal el manchego, que fue bajándole una poco mñas la mano y le respondió el de El Pilar, que le enseñó la calidad que atesoraba. Le perdió pasos para ponerlo en ritmo y consiguió ligarse los circulares muy metido entre los pitones del animal. Comprometido el toledano, tuvo siempre la voluntad de no quedarse nada dentro, pero el falloo a espadas lo dejó todo en una ovación.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Dax, Francia. Quinta de abono. Corrida de toros. Lleno.
Toros de El Pilar en sustitución de El Parralejo. Correctos de presentación
Sebastián Castella, en sustitución de Daniel Luque: vuelta y dos orejas tras aviso.
Pablo Aguado: oreja y silencio.
Tomás Rufo: Vuelta al ruedo y ovación.
