En el verano de 2022 se oficializaba la venta de la ganadería extremeña de ‘La Peregrina’, propiedad hasta ese momento del torero Antonio Ferrera, al empresario cordobés Antonio Carrillo, fundador y propietario de PTV Telecom. Una vacada que pasaría a denominarse como ‘Cuevas Bajas’, pasando de pastar en el término municipal de La Roca de la Sierra (Badajoz) a la localidad sevillana de Alcalá de Guadaíra.
Tiempo después de la adquisición de la vacada extremeña, el propio empresario se hizo con la finca ‘Bucaré’ tras más de 70 años en manos de la familia Buendía, asentando allí los animales de las tres procedencias que había adquirido con anterioridad al espada extremeño. Una divisa que tiene procedencia Los Guateles con algún goterón de Fernando Sampedro y El Torreón, aunque Ferrera también poseía ganado de la rama Vega-Villar tras adquirir vacas a Caridad Cobaleda así como de la rama Santa Coloma perteneciente en su día a la ganadería de Río Grande.
Caminar por los pagos de ‘Bucaré’ es hacerlo por los comienzos del encaste Santa Coloma. La intención de Antonio Carrillo (Alcalá La Real, 1950) es volver a recuperar el esplendor que tuvo esta finca durante tantos años, esos donde el toro bravo se erigía en el principal protagonista de la misma. “Ya que estamos en un sitio tan bonito como este, y con tanta historia, vamos a seguir con el ganado bravo aquí” comentó en exclusiva para Cultoro el criador de bravo cordobés.
Durante esta temporada han acudido hasta esta emblemática finca un número importante de matadores de toros y novilleros para empezar a tentar los animales de las tres ramas que posee dicho ganadero. Borja Jiménez ya probó los berrendos de la rama Vega-Villar, otros espadas hicieron lo propio con las Buendía provenientes de Río Grande, dos sangres que han sido santo y seña del campo bravo y que ahora luchan por volver a meter la cabeza en las ferias.
Como ya declaró a los compañeros de ABC, la intención de Antonio Carrillo es la de comenzar a lidiar con el mismo hierro de su yeguada (Cuevas Bajas), cuyos ejemplares estaban repartidos entre los municipios de Villarubia, Almodóvar del Río y Utrera, teniendo estos su cuartel general en ‘Bucaré’, finca de 1.087 hectáreas donde se entremezclan las tierras de labor y dehesa. Tras varios lustros sin la presencia del toro bravo (venta a Carlos Aragón Cancela en 2008), ya se asientan en estos pagos sevillanos los astados de esta nueva divisa, esa que no dará pasos en falso, midiendo muy mucho donde lidia y que tipo de animal vende.