Saúl Jiménez Fortes (1990) conoce muy bien la cara más amarga de la tauromaquia, esa que aparece de la mano de las cornadas tan terroríficas que lo han puesto al límite en varias ocasiones. El último percance, quizá el más difícil de todos por el largo período de recuperación, lo mantuvo apartado de los ruedos durante casi dos años tras una fractura de tobillo y peroné en Madrid. Su lucha y constancia para sobreponerse a las adversidades lo hicieron reaparecer el pasado año, pero la pandemia frustró las expectativas de la vuelta que había preparado. Ahora, encara la temporada en la que cumple el décimo aniversario de su alternativa en un momento de plenitud personal y profesional y con la ilusión de “hacer algo bonito” en plazas tan importantes en su carrera como Bilbao o su Málaga natal.
Su reaparición en Fuengirola el pasado 13 de agosto fue uno de los acontecimientos que más expectación levantó entre la afición. Tras veintidós meses sin vestirse de luces por el percance sufrido en la feria de Otoño de Madrid de 2018, el malagueño pudo volver el pasado año a los ruedos en una cita en la que compartió cartel junto a Enrique Ponce y Emilio de Justo.
“Fueron seis operaciones, seis esperanzas de que todo iba a terminar y seis decepciones de que todo se volvía a complicar”
Atrás quedó el percance que más lo ha cambiado como torero, el que más le ha hecho “aprender a tener paciencia, resistir, mantener la ilusión y no desesperar. He tenido muchos percances, mucho más graves, pero en ninguno he tardado tanto tiempo en recuperarme como en el último».
Durante este proceso, Fortes atravesó varias etapas en las que se sucedieron “altos y bajos” y en las que hubo “mucha incertidumbre y desesperación porque veía que no llegaba a la temporada”. “Fueron seis operaciones, seis esperanzas de que todo iba a terminar y seis decepciones de que todo se volvía a complicar por la infección de los huesos” explica el malagueño, que prefiere quedarse con el lado positivo de una experiencia que le ha ayudado “a acercarse al mundo del toro desde otra perspectiva”.
“Me produjo un sabor amargo el sentir que no me había podido expresar el día de la reaparición. A veces las expectativas son grandes enemigas de la creatividad”
Aunque las cosas no salieron como le hubiesen gustado en su reaparición debido al escaso juego que dio la corrida de Manuel Blázquez, Fortes pudo volver a disfrutar de la liturgia de enfundarse el chispeante, hacer el paseíllo y sentirse torero. “Fue un día muy bonito por el cariño con el que me recibió la afición, pero me produjo un sabor muy amargo el sentir que no me había podido expresar. A veces las expectativas son grandes enemigas de la creatividad” explica.
Después de la noche de Fuengirola, el malagueño pudo torear en Toledo, y en Estepona, en un festejo de la Gira de la Reconstrucción. “En estas dos tardes me encontré muy bien, conseguí expresarme, disfrutar y que la espada viajara de forma certera, que es una de mis intenciones para esta nueva etapa. He vivido los tres festejos que he toreado con mucha intensidad y considero que he tenido regularidad en esta temporada tan atípica” señala.
“Sé que las condiciones de esta temporada no son las idóneas, pero me siento muy pleno espiritualmente”
Ya con la mente puesta en la temporada en la que cumple diez años de alternativa, se prepara en el campo en tentaderos y matando toros a puerta cerrada en un momento de plenitud personal y profesional. “Estoy atravesando un momento muy bonito. Sé que las condiciones de esta temporada no son las idóneas, pero me siento muy pleno espiritualmente” destaca. “Sería bonito celebrar los diez años haciendo algo especial en Bilbao, donde tomé la alternativa, y también aquí en Málaga” confiesa ilusionado el malagueño.
Apoyándose en la serenidad que le ha aportado el hacer frente a los duros reveses que ha tenido que soportar durante su trayectoria profesional, Fortes intenta sobrellevar lo mejor que puede la incertidumbre que planea sobre la temporada. “En mi carrera he tenido la suerte de poder aprender muchas cosas y creo que la serenidad es la mejor manera de afrontar esta situación porque al final hay que estar abiertos a lo que la vida nos depara. Para mí fue mucho peor el 2019 que el 2020” confiesa el diestro.
“La temporada tendrá un matiz mayor si las plazas de primera consiguen encontrar una fórmula para que sea rentable y seguro dar toros”
Sobre la situación actual del sector, el malagueño confía en “que este año se den más toros que la pasada temporada”. “Tengo esperanza y certeza de que habrá toros en las grandes ferias porque la dimensión de lo que ocurre en el ruedo lo da el toro en las plazas de primera. Está claro que la temporada tendrá un matiz mayor si las plazas de primera consiguen encontrar una fórmula para que sea rentable y seguro dar toros” sostiene.
Además, Fortes destaca la importancia de dar toros este año, “no sólo para reactivar la economía del sector y lanzar un mensaje de que la fiesta sigue viva, sino también para darles un motivo a las personas que se sientan en el tendido para olvidar la pandemia. Creo que se sobrelleva mejor cualquier problema cuando te agarras a tu pasión y hay gente que está echando mucho de menos la tauromaquia en estos tiempos tan difíciles” aclara.