En este medio ya hemos hablado en más de una ocasión del toro bravo en el campo y sus distintos tipos de comportamiento. Este es un tipo de animal que suele ser tranquilo, noble en ocasiones y poco dado al ejercicio físico, de ahí que los ganaderos separen el agua del pienso para provocar que esto se muevan por el cercado. Conforme se reseña su destino, empezarán hacer ejercicio físico para llegar en óptimas condiciones a la plaza.
Ese comportamiento noble puede variar y convertirse en irascible: esto se debe al cambio de tiempo, a las luchas que se dan tras comer a primera hora del día… un sinfin de aspectos que puede alterar al animal. Normalmente, ellos buscan los lugares frescos durante el verano y el sol en los días de mayor frío del año. En la ganadería madrileña que protagoniza este vídeo el invierno viene acompañado de grandes nevadas y días muy gélidos, por ello no es raro verlos tumbados en las zonas donde se sienten más cómodos, como así muestra el siguiente vídeo, protagonizado por un animal de este hierro que estaba tumbado y fue a ‘rascarse’ justo en el lugar en el que un fotógrafo estaba inmortalizando sus estampas. E incluso el animal lo descubrió.
Rascarse, un hecho común en los toros bravos como así muestra este ejemplar
Una de las cosas que más le gusta al animal bravo es rascarse, por ello en esta ganadería muchos de ellos se van hacia las paredes de piedra para hacerlo, un lugar rugoso donde las rocas no son uniformes, ayudando esto a saciar estas ganas que tiene de rascarse. El momento, como hemos citado, fue captado por Martín y publicado en su cuenta de Instagram este miércoles 15 de febrero: «Momentos que regala el campo«, señalaba.
Una publicación que lleva ya cientos de Me gusta y un buen número de comentarios como «siempre he sentido admiración por el toro de lidia, son animales majestuosos, de gran fortaleza, imponentes y hermoso» por parte de sus seguidores. El fotógrafo consiguió estar a escasos metros de un animal de impresionante arboladura que, tras percatarse de su presencia, fijó la vista en él y, con nobleza, le aguantó la mirada.
Un claro ejemplo de la nobleza de los animales a campo abierto: allí si no hay nada que les altere su día a día. El toro bravo es un tipo de animal jerárquico y muchas veces gregario, pero que no tiene ningún problema en estar sin la compañía de sus hermanos gran parte del día. Por ello mayorales y vaqueros saben como actuar si los tienen delante, los conocen desde pequeños, saben de sus reacciones y si son más nobles o ariscos, ayudando así a bregar con ellos en el día a día.