Francisco Montero (1992) es sobre todo un novillero diferente. Con la personalidad arrolladora y la entrega indiscutible de la que siempre ha hecho gala, se ha ganado el respeto de la afición y ha logrado posicionarse entre los nombres con más proyección del escalafón novilleril. Con la ambición de quien quiere funcionar y triunfar en esto, el de Chiclana ha trabajado este invierno en pulir aún más su concepto del toreo y confía en poder expresarlo en la plaza esta temporada. El primer puerto será este viernes en la feria que ha organizado Tauroemoción en Leganés en una interesante novillada con reses de La Quinta. Nos cuenta sus impresiones previas.
La temporada arranca el viernes en Leganés en un cartel junto a “El Rafi” y Leandro. ¿Cómo llegas a esta cita?
Afronto Leganés con mucha ilusión porque estoy entrenando mucho y consiguiendo cosas que para mí eran muy difíciles. Estoy preparándome a conciencia para que el aficionado vea algo en mí que no sólo sean ganas, querer y ambición. Quiero que vean lo que ellos me piden, que es torear. Lo estoy consiguiendo en el campo y tengo muchas ganas de expresarlo vestirlo de torero.
Además, con una ganadería a la que le están embistiendo muchos toros como La Quinta…
Creo que la novillada va a ser muy buena. Si embisten como creo que deben embestir, los novillos querrán suavidad y eso es lo que yo quiero imprimir un poquito más en mí. El toro que sale bueno de este encaste deja expresar cosas muy especiales.
«Siento que tengo que salir a por todas cada tarde. Nunca me puedo relajar, he querido ser el mejor siempre»
Este año tienes varias fechas oficiales, entre la que destaca su encerrona en Ceret…
Sí, hay varias fechas en Francia. Tengo ese puerto de montaña que podría arreglar mi carrera para los años venideros que es una encerrona en Ceret. Si soy capaz de triunfar, puedo darme una bonita temporada el año que viene como matador de toros.
¿Cómo te has preparado este invierno?
Me he metido de lleno en la preparación. En febrero me fui con mi banderillero a Écija y estoy muy contento. “El Ecijano” ha imprimido cosas muy bonitas en mí, ha estado conmigo y me ha visto evolucionar y eso es muy bonito.
Los aficionados coinciden en que eres un novillero diferente, que mantiene la atención del público que está en el tendido. ¿Sales a jugarte la vida cada tarde?
Yo siento que tengo que salir a por todas cada tarde que me visto de torero. Nunca me puedo relajar, he querido ser el mejor siempre. Si me ven que bajo el pie del acelerador, me exigirán y eso es bueno porque hace que me entregue. Montero podrá torear mejor o peor, pero siempre va a salir a por todas. Para ser torero hay que estar un poco loco, y dentro de esa locura, hay que estar acorde. La gente está expectante cuando te ven hacer cosas diferentes.
«No llevo una faena hecha desde el hotel a la plaza. A veces fallo, pero hago siempre lo que siento en cada momento»
Eres un novillero que ha salido de las capeas. ¿Crees que los novilleros que salen de escuelas taurinas pierden mucha personalidad?
Sí, aunque estuve en una escuela taurina en Chiclana y me decían que era diferente. Yo siempre hacía lo que sentía y lo que me llenaba. Si me llenaba pegarle naturales, lo hacía. Yo no llevaba una faena hecha desde el hotel a la plaza. Yo hago siempre lo que siento en el momento. A veces fallo, pero siempre hago lo que siento.
«Creo que tengo que estar como novillero este año en todas las ferias y coger mucho ambiente para tener una buena alternativa el próximo año»
¿Piensas en la alternativa o crees que te queda más camino por recorrer como novillero con caballos?
Si no hubiera pasado nada en 2020, en estos momentos sería matador de toros. Pero creo que tengo que estar de novillero este año en todas las ferias y coger mucho ambiente para tener una buena alternativa el año que viene. Yo quiero funcionar en esto.
¿Cuál es la fórmula para que regresen las novilladas a los pueblos en los que se han perdido?
La reducción de costes podría ser una solución para los pueblos y las plazas de tercera. No puede ser que se cobren de Seguridad Social 7.000 euros por una novillada y además tengan que pagar médicos y ambulancias. Entre veterinarios, Seguridad Social, médicos y ambulancias ya son 10.000 euros. Si se pierden las novilladas, es difícil que salgan toreros.