La Fundación Toro de Lidia ha lanzado un comunicado, en la tarde de este 16 de junio, después de que el torero Borja Jiménez, el gran damnificado de la final de la Copa Chenel que se celebrará el próximo domingo 18 de junio en la plaza de toros madrileña de Colmenar Viejo, hubiese a su vez emitido otro comunicado en el que exponía que está dispuesto a lidiar los dos toros de Palha en esta corrida, sin entrar a sorteo, obviando así la injusticia que se ha cometido contra él por parte de la organización, comandada por la Fundación Toro de Lidia.
Y la propia Fundación ha enmarañado aún más el caso de la final y ha apoyado al presidente que erró en el festejo de Alalpardo: «No estamos para rearbitrar la competición», indican.
Recordamos -como ya narramos de forma pormenorizada este miércoles en nuestro medio– que a Borja Jiménez le dieron un aviso en la corrida clasificatoria a la final a tres el pasado sábado en Alalpardo a los 10 minutos y 53 segundos en el segundo de sus toros -que se estaba echando en ese momento- y por eso se ha quedado fuera de la final a dos de Colmenar. Juan del Álamo, que ha pasado a esta corrida en mano a mano con Isaac Fonseca, terminó con su toro a los 13 minutos y 8 segundos, cuando le debían haber sonado ya dos avisos, y sin embargo no hubo toque de clarín alguno en ese cuarto toro.
Y esto se produce en el contexto de un certamen donde los avisos penalizan medio punto -de hecho, Borja se ha quedado por el aviso que le dieron a 21 centésimas de pasar a la final-.
El comunicado de la Fundación Toro de Lidia, entidad organizadora de la Copa Chenel
Ante la polémica generada por lo acontecido en la clasificación para la final de la Copa Chenel, queremos explicar la posición de la Fundación Toro de Lidia.
Desde que la FTL comenzó en 2020 a promover competiciones que ayudaran fundamentalmente a novilleros y matadores, han sido casi una veintena los circuitos organizados. Aunque cada año tratamos de mejorar los fallos encontrados, consideramos que en general el resultado es muy satisfactorio.
Nuestros certámenes se basan en la competición y en unos sistemas que nos hemos dado que conjugan criterios objetivos con criterios subjetivos, valorados por presidentes y jurados. El error es algo que se puede dar y de hecho se da, tanto en la parte objetiva como en la subjetiva, somos conscientes. Pero es algo inevitable, tanto como actividad en la que los humanos estamos involucrados, como a la propia esencia de la fiesta de los toros, difícilmente encajable en fórmulas que a todos contenten.
Desde que comenzamos a promover circuitos fuimos conscientes de que la propia esencia de los mismos, en las que se van eliminando participantes, iba a ser una constante fuente de conflicto y crítica a la FTL por las pasiones encontradas que afortunadamente se desatan alrededor de los toros. Pero lo asumimos, en el entendido de que el objetivo final, que es el de dar oportunidades a novilleros y matadores de toros, merecía la pena. Y desde el comienzo adoptamos un criterio, que era el de no revisar las actuaciones del presidente o del jurado, no entrar en su jurisdicción, no “rearbitrar”.
A lo largo de una veintena de circuitos y casi ciento cincuenta festejos eliminatorios hemos tenido todo tipo de situaciones, muchas en las que el error humano objetivo ha sido protagonista. Errores que han afectado a que un torero no se clasificara para una siguiente ronda o a una eventual final. Errores dolorosos, desde luego, pero que forman parte de algo tan vivo y complejo como son los toros. Nunca hemos entrado a valorar a posteriori lo acontecido, el festejo acaba cuando los toreros salen de la plaza. El error, la suerte o el acierto son parte inherente de esta actividad tan difícil, tan complicada.
En el caso de Borja Jiménez sentimos mucho los errores que desde la presidencia se hayan podido producir. Pero nuestra obligación es apoyar tanto a los presidentes como a los jurados, que hacen una labor difícil e ingrata, sujeta siempre al error y a la crítica.
Y nuestra doctrina es la misma, no entramos a valorar lo que ya se ha cerrado. Es nuestra responsabilidad como organizadores y la asumimos, sin que en esto intervenga ni la Comunidad de Madrid ni su Centro de Asuntos Taurinos. Si entre todos consideramos que deben arbitrarse a futuro otros sistemas de resolución de conflictos o de puntuación, lo valoraremos cuando concluyan los circuitos.
Entendemos las voces que piden que se repare el daño de esta manera o de la otra, pero la Copa Chenel acaba en una final a dos y consideramos que los dos matadores que han alcanzado esa final tienen el derecho a celebrarla en sus términos.
A Borja Jiménez le agradecemos su impecable paso por la Copa Chenel, su actuación siempre dentro y fuera del ruedo, su caballerosidad incluso en los momentos más difíciles, y le deseamos grandes triunfos en el futuro. Y ojalá la Copa Chenel, a pesar del lógico disgusto que ahora sienta por no haber podido pasar a la final por causas que considera injustas, haya servido para impulsar su, seguro, exitosa carrera.