‘Hernandinos’ es una de las fincas emblemáticas del campo charro, una dehesa en la que los toros de Paco Galache han pastado y pastan desde hace muchas décadas. Pero amén de esta emblemática finca conocida por gran parte de los aficionados, los patas blancas de Vega-Villar siguen dándole lustre a este encaste en varias ganaderías fuera de la vacada madre. En Cáceres Victorino Martín los lidia a nombre de Monteviejo, durante un tiempo Antonio Ferrera apostó por ellos en su finca pacense, ahora en propiedad de Antonio Carrillo, un ganadero que las trasladó a la emblemática finca San José de Bucaré.
Pero antes que Antonio Carrillo fue Francisco Javier Blázquez el que asentó esta vacada con sangre Vega-Villar en Andalucía. En el 2015 dicho ganadero compró 39 vacas y 3 becerras de Justo Nieto, procedencia Encinas-Galache, y en 2016-17 aumentó con la adquisición de vacas y semental de Barcial, procedencia Cobaleda, teniendo actualmente algo menos de 100 vacas de vientre entre estas dos líneas.
La ganadería Caña Hermosa se sitúa en el término municipal de Linares, concretamente en la finca “Cañada Incosa”. Tras las lluvias caídas estos días el campo empieza a ganar en belleza, más si cabe en una época del año donde se empiezan a dar los primeros nacimientos. Los patas blancas galopan por la dehesa, empiezan poco a poco a jugar y medirse, otros más crecidos empiezan a mostrar su jerarquía para el día de mañana ser el líder de la camada.
La bravura y la clase de estos animales fueron codiciadas por las figuras durante los años 50, 60 y parte de los 70. Con la moda del toro grande, tanto las empresas como los toreros se fueron olvidando de un animal que había dado tardes de gloria al toreo, y poco a poco el sistema fue condenando al ostracismo, a un encaste único. Una variedad cromática que es un lujo para los sentidos. Un toro fino de cabos, bajo y badanudo que con el paso de los años se ha mantenido fiel a su fenotipo.
A día de hoy, son los únicos animales del encaste Vega-Villar que pastan en tierras jiennenses, una de las provincias donde más ganaderías de bravo hay por kilómetro cuadrado. Ahora a Javier Blázquez se le suma Antonio Carrillo, otro romántico que apostó por una rama muy particular, esa que desde hace pocos meses desembarcó en el término municipal de Alcalá de Guadaira, una tierra donde el toro bravo siempre tuvo un significado especial,