Muchos son los matadores de toros que tiene la firme intención de hacerse ganaderos de bravo en cuanto les sea posible. Nombres a lo largo de la historia hay muchos, siendo Morenito de Aranda uno de ellos. El diestro burgalés hace algunos años que apostó por la sangre Núñez, una de las más prestigiosas del campo bravo, la cual ha dado lugar a hierros tan importantes como Manolo González, Alcurrucén o José Luis Pereda, entre otras.
Una divisa que lleva por nombre ‘Toros de Castilla’, pastando la totalidad de los animales en la finca “La Mella”, paraje cercano a la localidad toledana de Oropesa y muy cerca de la Sierra de Gredos. Una explotación no muy amplia en extensión, pero con grandes zonas de dehesa y encinar que dan cobijo a las más de 90 vacas madres que conforman una ganadería de encaste Núñez -vía Rincón- adquiridas tiempo atrás a la ganadería madrileña de El Retamar.
De la pasión de Jesús Martínez “Morenito de Aranda” nace en 2011 esta ganadería, una divisa con más de 10 años de vida que poco a poco va consiguiendo los objetivos que se marcó su propietario con la adquisición de dicho ganado. Vacas como “Zamorita”, “Mechita”, “Becadita”, “Dormilona”, “Chocolatera”, “Almirantita” entre otras, forman la base de una divisa que tiene esperanzado e ilusionado a un matador de toros que se desvive día a día por su profesión y su ganadería.
Una ganadería que ha cosechado importantes triunfos a lo largo de esta temporada de 2023, un año donde se premió con la vuelta al ruedo a dos erales en la localidad toledana de San Román de los Montes, lugar donde tuvo lugar una novillada sin caballos. Pero este no fue el único animal de pañuelo azul, en el municipio palentino Guardo, Canales Rivera cuajaba a placer a otro eral de vuelta al ruedo en sus Fiestas de San Antonio el pasado verano.
Ahora y tras estos buenos resultados, únicamente queda esperar a un 2024 donde los erales y utreros de “Toros de Castilla” volverán a estar presentes tanto en novilladas como en festivales para seguir dando pasos de cara a un futuro donde puedan dar un paso más en la consolidación de este proyecto ganadero. A pocas semanas de la entrada del invierno, en estos pagos tan cercanos a la Sierra de Gredos ya se nota el frío, aquí el clima muchas veces es extremo, de ahí que los animales busquen cobijo en determinadas zonas de la finca y así poder refugiarse hasta la primavera.