Pese a la corriente animalista que impera actualmente entre nuestra clase política y unas redes sociales poco dadas al respeto a aquel que no sigue la línea marcada por este lobbie, todavía hay personajes públicos que no se esconden ante esa corriente y plantan cara a estos decidiendo llevar su vida como ellos creen oportuna. Uno de ellos es el futbolista madrileño Nacho Fernández (actualmente en las filas del Al-Qadsiah F. C. de la Liga Profesional Saudí), un gran aficionado al mundo del toro que acude siempre que puede a una plaza de toros para disfrutar de los festejos taurinos.
Pero su afición va más allá que el ir un día puntual a una plaza de toros, el de Alcalá de Henares hace tiempo que llegó a un acuerdo con su íntimo amigo Alejandro Talavante para adquirir el 50% de su vacada dejando la gestión de esta en manos del propio matador de toros. Una ganadería formada en 2010 con vacas y sementales de Núñez del Cuvillo, comprando años más tarde machos y hembras de Garcigrande.

Se trata de una divisa que pasta en tierras extremeñas pero que tiene un reducto de ella en El Casar, municipio arriacense donde se encuentra la finca «El Quinto». Allí Nacho Fernández tiene una punta de vacas y algún semental de la vacada de la que es copropietario. En su pequeña finca se asienta un número de vacas -no superior a 50- de la línea más Osborne de la ganadería, una joya genética que se lleva por separado para intentar no perder esta rama dentro de una vacada que tiene un gran mercado en los festejos con caballos.
Unos animales que desde hace algún tiempo se marcan a fuego con el hierro de La Gineta, dado de alta este en la Agrupación Española de Reses Bravas (AERB). Se trata de dos hierros distintos pero bajo el paraguas de la vacada matriz, esa que es aquella que nutre de machos y hembras a esta propiedad del defensa madrileño. Una finca que tiene un tamaño reducido esa que en sus 10 hectáreas da cobijo a la totalidad de los animales que hoy en día pastan en ella.

Los Arrifes, la finca que da cobijo a una vacada con personalidad propia
Pese a tener estrechos lazos con Nacho Fernández la vacada que lleva el nombre del matador de toros extremeño hace años que apostó dos sangres ganaderas muy de su gusto, dos ganaderías anunciadas en todas las ferias que contaban con una base genética de incalculable valor. Años después de la compra a la vacada gaditana Alejandro llamó a la puerta de Justo Hernández para llevarse una veintena de hembras amén del 22 Sarmentero, hermano del recordado Orgullito indultado por Julián López “El Juli” en Sevilla.
Un astado que al poco tiempo de cubrir vacas en casa de Alejandro se convirtió en uno de los sementales más importante de esta joven ganadería. Pero este ejemplar no ha sido el único que ha dado grandes resultados al espada y ganadero extremeño, destacando a otros como el 224 Pajarillo, hijo del 100 Ganador, uno de los sementales que ha marcado un antes y un después en el campo bravo.
