En distintas partes de nuestra piel de toro habitan hierros desconocidos para gran parte de los aficionados, ganaderías que no lidian en las plazas de mayor fuste, pero que si surten de animales a un número importante de pueblos que dan becerradas o para localidades donde sueltan machos y hembras para sus festejos populares. Este es el caso de la ganadería de Ana Frías y Raúl González, dos jóvenes ganaderos de Teruel que cada año cuelgan su nombre en los carteles de muchos pueblos y municipios de la zona.
Una divisa que cada año cambia de aires para trasladar sus animales del frío y nevado invierno turolense a pagos más cálidos en la provincia de Córdoba. Un viaje que hacen en camión debido a la gran distancia existente entre las dos fincas. Una vez en la finca cordobesa, los animales tardan algún tiempo en adaptarse, aunque su rusticidad y fortaleza les ayudan a hacerlo con cierta rapidez. Allí estarán hasta la primavera, momento en el que volverán al norte para aprovechar sus verdes cercados.
Una vacada compuesta por 200 cabezas de ganado entre machos y hembras
Una vacada compuesta por 200 cabezas de ganado entre machos y hembras, existiendo en la ganadería en torno a 100 vacas de vientre. La ganadería la iniciaron ambos sin antecedentes taurinos en 2010, con animales de procedencia Domecq, a través de Ángel Luis Peña, Mercedes Pérez-Tabernero y Cayetano Muñoz. Tres ganaderías muy contrastadas que en poco tiempo han colocado a esta ganadería en un lugar privilegiado dentro del circuito en el que se mueven.
Con algo menos de 15 años de vida, la ganadería de Raúl González ha conseguido surtir de toros, utreros y erales a toda la Sierra de Albarracín para sus festejos populares, además de a algunos pueblos de la Comunidad Valenciana donde también han llamado a su puerta para reseñar animales de cara a los distintos festejos populares que se hacen durante el año en estas tierras bañadas por el Mediterráneo.
Por lo tanto, un hierro que ha sabido adaptarse a la demanda real que tenía y conseguir meter la cabeza en una serie de localidades y municipios donde han sabido valorar el tipo de toro que buscan estos dos hermanos. Hace pocos días que la totalidad de la vacada llegó a tierras cordobesas, gracias a las lluvias caídas durante estas semanas hay pasto suficiente para que vacas, sementales y becerros se alimenten, dándole a los machos de saca un pienso suplementario para que se vayan rematando de cara un 2024 de gran importancia para dos hermanos que se desviven por este animal.