Con el inicio de la temporada llamando a la puerta, son muchos los empresarios que se esmeran en rematar sus abonos para convencer a ese aficionado que exige una vuelta de tuerca a la hora de confeccionar los carteles. El Sota, Caballo y Rey hace tiempo que aburre a ese fiel abonado que pasa cada año por taquilla, de ahí que una serie de ferias estén virando algo su programación con la apertura de carteles y la variedad de encastes.
Una de las ferias que siempre ha apostado por intentar confeccionar un serial variado y distinto al resto es el francés de Istres, coso que este año vuelve a darle cabida a figuras del toreo, jóvenes que poco a poco se han ganado su sitio en las ferias, ganaderías duras o un cartel con una reaparición sonada. Uno de los hierros que le pondrá ese sello “torista” a la Feria es del de Valverde, antes Cura de Valverde, vacada que pasta muy cerca de Arlés y que este 2025 lidiará su última corrida en esta zona de Francia con un cartel de banderilleros.
Divisa muy del gusto de los aficionados que fue adquirido en el año 2012 por Jean-Luc Couturier aficionado francés que un año más tarde también compraría la histórica vacada de Concha y Sierra. Hasta la maravillosa comarca del valle de los Baux de Provenza llegaron los animales que esta había adquirido a los herederos de Cesáreo Sánchez Martín, esos que más tarde compartirían finca con un lote de 30 vacas adquiridas a la vacada del Conde de la Corte amén de varios novillos marcados a fuego con el hierro de ‘El Torero’, esos que tras ser probados en la plaza de tientas se quedaron como sementales en la ganadería.

En una entrevista realizada por el canal Torista de Francia al propio ganadero francés este reconoció que fue un amor a primera vista aquello que sintió por esa ganadería, vacada que llegaría a sus manos varios lustros después: “Descubrí los toros del Cura de Valverde en 1990 y en broma dije “si algún día crio toros, quiero que sean Valverdes” y 25 años después cumplí mi promesa comprándola”.
El toro de Valverde es un animal serio, agresivo, un ejemplar que impone respeto tanto en el ampo como en la plaza pero que no pasaba por sus mejores momentos de ahí que se apostara por la entrada de nuevos animales que ayudaran a reflotar el proyecto: “Llevamos con la ganadería más de los lustros y poco a poco vamos notando una mejoría. Podemos decir que sí estamos satisfechos. Soy ganadero de Valverde una ganadería con personalidad propia y muy del gusto del aficionado”.
Un ganadero que busca ese toro que le llena como aficionado, un animal exigente para el torero pero agradecido cuando se le hacen las cosas bien, ese que también destaque en el tercio de varas como termómetro de la bravura: “Fundamentalmente buscamos un animal que transmita emociones a los espectadores. El pilar de nuestra selección es el tercio de varas al ser esta una ganadería que es conocida por los tercios de varas espectaculares que los toros suelen realizar en el ruedo”.

Pese a ser una vacada con cartel en Francia el pasado viernes nos sorprendía -en plena presentación de los carteles de Istres- el anuncio de su última corrida de toros el el información que se aportaba en una nota junto a las combinaciones del serial. El Cura de Valverde lidiará su última corrida en el sudeste francés, y lo hará con un cartel de tres toreros banderilleros que gusta mucho a los aficionados se podía leer en el citado comunicado.
Por ese motivo este medio quiso ponerse en contacto con el propio ganadero francés, al no poder localizarlo acudimos a la propia empresa para hablar con Bernard Marsella y saber así de primera mano los motivos por los que se anunciaba la última corrida de este hierro: «Él ya lleva 12 años como ganadero, había comprado lo de Concha y Sierra que volvió a España tras varios años en sus manos. Tiene más de 70 años y el problema es que en su familia no son tan aficionados para seguir su labor por lo que ha decidido vender la ganadería. Es una pena pero así están las cosas».
Tras unos segundos de pausa Bernard volvió a tomar la palabra: «Como no va a poder lidiar en 2026 y 2027 por la reducción del número de cabezas, esa será la última corrida en el sudeste de Francia. Algo tiene para lidiar antes pero la de Istres en el mes de junio será la última. Hasta 2027 puede ser que siga la ganadería pero ya lidiando festejos menores y posiblemente en manos de otro propietario«, nos comentaba el empresario galo.
Por lo tanto, será el próximo viernes 13 de junio cuando este emblemático hierro lidie su última corrida de toros bajo la dirección de Jean-Luc Couturier, será con un cartel conformado por tres banderilleros una terna internacional donde partirá plaza el español Manuel Escribano quien estará acompañado por el venezolano Jesús Enrique Colombo y el francés Solal Calmet “Solalito”.