CAMPO BRAVO

Ganaderías bravas de Madrid, Toledo y Salamanca buscan mayorales y vaqueros: ofrecen contrato indefinido y casa


sábado 11 noviembre, 2023

La búsqueda de mayorales y vaqueros es algo que trae de cabeza a unos ganaderos que ven cómo el trabajo en el campo no es del gusto de todos

Toro
Un toro bravo en una finca salmantina. © Pablo Ramos

Vivimos unos momentos donde no es fácil dejarlo todo para irse a vivir al campo; ser capaz de dedicar tu día a día al toro bravo no es algo que muchos estén dispuestos a hacer. Son momentos donde la juventud prioriza las grandes ciudades en detrimento de esa España a la que llaman vaciada, de ahí que los ganaderos de bravo tengan que acudir a la Asociación Nacional de Mayorales (UMAVACAM), a otras ganaderías donde poder hacerse con mano de obra o ya por último anunciarse en ciertas webs de búsqueda de empleo.

Pero trabajar con el toro bravo requiere de varias nociones básicas que no todos los que pueden optar a dicho trabajo tienen. El trabajo en el campo es una labor muy sacrificada, sin duda, para trabajar en esta profesión hace falta algo más que ganas: se necesita una constancia y un sacrificio a prueba de bombas. Es un oficio bonito, pero muy exigente, que requiere ser un gran caballista y estar dispuesto a jugarte la vida en más de una ocasión. Aquí el toro no perdona, por eso hay que estar mentalizado para cruzar la línea si el toro lo requiere.

Es básico saber manejar el ganado bravo, montar a caballo, manejar tractores, tener nociones básicas de veterinaria, así como el valor suficiente para moverte con el ganado e incluso jugártela en momentos claves. Una de esas ganaderías pioneras en buscar trabajadores a través de Internet fue la divisa salmantina de Castillejo de Huebra, tras ella han venido otras que se han animado a buscar trabajadores a través de webs o redes sociales.

En los últimos años, se ha visto cómo aumenta la presencia de extranjeros en las fincas, personal venido del otro lado del charco con relación directa con el este animal. Allí este trabajo sigue teniendo demanda, pero los sueldos al ser mucho más bajos impiden que estos trabajadores puedan prosperar; sin embargo, en España al haber menos demanda el sueldo es mayor, algo que aprovechan para emigrar y buscar ese trabajo que les dé un porvenir más esperanzador.

Tres ofertas en Madrid, Salamanca o Toledo

Toros San Román
Un astado en una imagen de archivo. © Pablo Ramos

Buceando por las distintas webs de búsqueda de empleo como Milanuncios podemos encontrar ofertas como esta: Busco persona con experiencia en ganadería brava como vaquero. Experiencia demostrable en: Manejo de tractores, experiencia en maquinaria, montar a caballo, apartar animales a caballo, saneamientos…” Para ello se ofrece un contrato indefinido, un mes de vacaciones y vivienda en el lugar de trabajo. “Abstenerse gente sin documentación en regla y sin experiencia en ganadería brava” recalcaban en el anuncio. Una oferta de trabajo publicada el pasado mes de octubre y actualidad a principios de noviembre para una explotación ganadera en Soto del Real (Madrid).

Otra de las ofertas que nos encostramos es para el municipio salmantino de San Benito de la Valmusa, “Se necesita vaquero para ganado manso y bravo, con conocimientos de montar a caballo. Finca próxima a Salamanca. Imprescindible, tener coche para poder trasladarse al trabajo. En la finca, no se dispone de vivienda, estando el pueblo más cercano, a unos 7 km.” se podía leer en dicha oferta de trabajo publicada el pasado mes de octubre.

“Se busca mayoral para ganadería de toros bravos con experiencia demostrable (experiencia mínima 3 años en un puesto como mayoral). Se ofrece salario estable, alojamiento, contrato indefinido. Abstenerse personas sin experiencia en ganadería brava y sin documentación en regla” podía leerse en una nueva oferta de empleo para la localidad toledana de Talavera de la Reina. “Por favor, si están interesados, envíen su CV o un resumen con la siguiente información: Nombre, experiencia, posiciones, duración, actividades del día a día y su número de teléfono para hacer una entrevista”.

Tres ofertas de trabajo donde no se especificaba la ganadería donde se realizaría dicho trabajo, algo que los propios ganaderos se guardaban para no poder en conocimiento de la opinión pública la falta de personal en su explotación. Unos datos que revelarían a los interesados una vez contactado con ellos.