CAMPO BRAVO

Sevilla cuenta con una nueva ganadería brava: un relevante empresario la compra y ‘se la lleva’ a Hacienda Valmesto


viernes 9 agosto, 2024

Se trata de una vacada que cuenta con dos sangres de gran predicamento en el campo bravo y que pasta en la conocida "Hacienda Valmesto".

Vacas
Varias vacas bravas en un cercado. © Pablo Ramos

Ser ganadero de reses bravas es el sueño de todo aficionado al mundo del toro Ser capaz de moldear a tu gusto este magno animal no es empresa fácil, pero el simple hecho de impregnarle tu personalidad al animal que crías es una satisfacción que únicamente tienen unos pocos. El mundo del toro atrapa a todo aquel que se asoma, a ese que se interesa por conocer que se cuece en un mundo donde un hombre con su espada y su muleta es capaz de domeñar a un animal tan fiero como noble.

Muchos fueron los que se arruinaron buscando un tipo de toro muy particular, ese fue el caso de Fernando Villalón, ganadero de reses bravas que buscó criar toros con los ojos verdes, algo que no consiguió y que le llevó a vender prácticamente la totalidad a un Juan Belmonte que años atrás se negó a matar los toros del propio Fernando, una vacada tildada de dura y complicada ya en los años 20 del pasado siglo.

Pero con los años el toro se ha ido perfeccionando; los ganaderos han ido depurando una bravura que hace prácticamente un siglo era difícil de domeñar al tratarse de un toro que llegaba a la muleta prácticamente sin entregarse. La evolución nos ha llevado a buscar un toro que se mueva con entrega y humillación en la muleta para que el torero pueda realizar el arte del toreo. Una selección que debe conjuntar caballo y muleta, de lo contrario no se estaría valorando al animal en su conjunto. Con el paso de los años muchos han sido los que llegaron a conseguir ese sueño de ser ganaderos, hombres y mujeres que comenzaron un proyecto que años después sigue latiendo con fuerza.

Barnechea
Una vaca brava con su becerro y, a la derecha, Alfredo Barnechea. © Pablo Ramos y UCSM

Uno de ellos es Alfredo Barnechea, un importante empresario, periodista y político peruano que desembarcó en España con la ilusión de arrancar un nuevo proyecto ganadero. Junto a Francisco José Juan de Zoilo -representante y propietario al 50% de la sociedad- emprendió un viaje que le llevó a tierras de Guillena para asentarse en la Hacienda Valmesto, lugar donde actualmente pasta el ganado procedente de dos sangres ilustres.

Se trata de un hierro compuesto por vacas y sementales de Santa Coloma/Buendía vía Flor de Jara y Atanasio/Lisardo vía Los Bayones, dos sangres que se unifican bajo el hierro de Toros de la Rábida.

Tras cambiar el diseño del hierro adquirido a Martín Arranz, la vacada perdió la antigüedad que ésta tenía, optando por una divisa encarnada y blanca, curiosamente los mismos colores de la bandera de Perú, país de origen de Alfredo Barnechea.

Un proyecto ganadero que poco a poco va tomando cuerpo gracias a la selección que se viene llevando a cabo en esta casa ganadera desde hace algún tiempo, que herró su primeros animales el pasado mes de mayo.